Sólo eso amor, quererte, sólo quererte, y caminar
junto a ti para que tu sombra pueda brillar con luz propia. No habrá ya estrellas
que suplan el resplandor que fluye en tu figura, ni voces capaces de romper la
magia que provoca todo tú ser. Corazón, corazón del que no puede ya vivir sin
saber que otro corazón está latiendo entre los pliegues de su cuerpo. Sortea
los meandros de sus venas, se desliza por sus arterias, diminutas fuentes de
sangre aún caliente. Después del día majestuoso donde pudo disfrutar de su
belleza, no ya su voz, poderoso afrodisíaco perfectamente cauto y sonoro, así
te siente, te ve, te observa y te ama, con todo su intensidad puesta en sus
manos.
Ya ves amor,
no sé cómo tratar a una MUJER como ella. Cualquier calificativo es diminuto,
pobre en expresiones, porque ella es muy grande. Quiero seguir volando a su
lado para sentirme vivo y consolado, y darle todo lo que he sembrado.
El Gato con botas sigue su camino despejando praderas,
campos llenos de trigo, aldeas y castillos, para ofrecérselos a las Musas, que
restauraron una vida curando con mimo sus heridas poniendo tiritas que adornan
su cuerpo dolorido que estaba en tinieblas.
Antonio Molina Medina
Tus vuelos llegan lejos, tus versos son alas, tu campo se viste de rojas amapolas, tu corazón mas grande que el universo, eres poesía y vida, latido y sinfonía, verbo y universo.
ResponderEliminarUn beso muy grande, amigo y poeta.