JOKIN Y LA HACERIA

 

La muy Noble y leal ciudad de Orduña-Bizkaia

ORDUÑA LA CIUDAD

(…) Ciudad rodeada de peñas y montañas las mas encumbradas y ásperas de toda España, protegiendo su valle y dejando un boquete para que pudiese pasar el río Nervión que la hace grande. Dista de Bilbao 6 leguas, y de Calahorra, a cuya diócesis corresponde su jurisdicción espiritual y sus diezmos, 24 leguas. De todo esto se concluye, que la traslación a este hermoso sitio,  desde el antiguo (a la falda sombría de la peña) fue acertada, pues se ve cuanto prospera en él, y sobre todo, la salud y robustez de sus naturales. (…)

(Apuntaciones históricas de La Ciudad de Orduña)…

-D. José Antonio de Armona y Murga.-

Hacería-Bilbao - Bizkaia


Jokin 'Hacería' 

Allí me acerqué caminando por la ría

en mis noches oscuras.

Abrieron la puerta y me recogieron y

me hicieron, partícipe de sus propios sueños

al abrigo de la ría.

 

De entre sus mesas me dieron consuelo.

Aprendí a compartir lo que la

vida nos ofrecía.

Surgió de la nada.

La nada somos.

Pero el silencio y escuchar

le ayudo a ser.

 

Hacería-Bilbao - Bizkaia

Cruzando la ría

me encontré con él.

Deguste con él su café

y su sabiduría.

Brotó de él, nueva vida.

Hoy le sigo descubriendo.

Detrás de su nombre y en la lejanía;

Impartiendo su sabiduría por otras tierras.

Fundiéndose en otras vidas

 

Donde llego su voz y nuestras alegrías;

incluso a la Argentina, con su ‘Hacería.’

Se comprendía y se hacía voz entre los

que le seguíamos.

 


Hacería-Bilbao - Bizkaia

Donde la palabra él sabía labra sin palabrería,

dejando que la música se fundiera entre nosotros

y él solo nos sonreía.

El don que manaba desde su sonrisa se adorno en

nuestra mente y desde sus hombros nos abanicaba

con su voz delicada llena de misterio…,

paladar de Duende ojos del río Duero.

Ardilla, desde los pinares la que salta de rama en rama.

 

Hacería-Bilbao - Bizkaia

Verde muy verde se poblaron, las aguas de su ría.

Batiendo sus olas entre nosotros y su franca alegría

Hoy sus ojos siguen labrando a nuestro corazón.

Aun en la distancia... se percibe su calor.

05/04/14

Antonio Molina Medina

ORDUÑA

 

La muy Noble y leal ciudad de Orduña-Pais Basco

Hoy es un nuevo día donde mis sentidos me aúpan sobre los picos de la montaña sagrada de la tierra PROTEGIDA Y SALVADA,  por donde caminaban a trote los caballos bien enjaezados, cubiertos sus cuerpos entre aceros y lanzas de fuego y cimitarras dolientes los que intentaban bajar a tomar la CIUDAD que ellos divisaban cubierta de una tímida niebla que procedía del nervio de su río el que, enardecido, rodeaba sus murallas proveniente de donde dejaba caer sus aguas en cascada desde los altos vuelos de su nacimiento cercano a su (lobera), para depositar sueños que alteren la vida de seres que duermen, sin miedos, entre las murallas de la ciudad, la que hoy respira y suaviza las inclinaciones labradas de sus habitantes.

 

La muy Noble y leal ciudad de Orduña-Pais Basco


Eternamente habrá un mañana como lo fue su pasado, donde desde los picos y el llano; una fuente de sueños rodea su manto donde su árbol de sus ilusiones depositaban en sus gentes su sonrisa de amapola envolvente.

Hoy abriendo su corazón para que fluya por su rostro lágrimas de felicidad, sobre su valle entre abriendo puentes y raíles a su paso que nos llevan hasta la tierra dorada… a la que desde su ensenada placen brazos y remos, puente de acero, y gigantes remolinos de seres que sueñan en su propia realidad…

Actualmente los suspiros se agigantan y las mieses siguen rio arriba acicalando los raíles que se fundieron en sus hornos, donde aún sus torres, a la sazón, respiraderos de la tierra junto a su sombra  nos acompaña al pasar por los puentes de vuelta a la gran ciudad hoy medio amurallada y bien engalanada.

 

La muy Noble y leal ciudad de Orduña-Pais Basco

Como agua en cascada

se introduce en sus venas,

silenciosa y fértil se acumula

por salir, cuando su corazón sediento

la atesora entre sus arterias las

que se ramifican desde su fuente

junto a los caños de su alma.

 

Antonio Molina Medina

14.05.22

COMPARTIREMOS…

 

Mikel Varas-Poeta y Escultor- Bilbao- Paiz Basco

Compartiremos lágrimas,

lágrimas que se deslizan

por las arrugas de su rostro

de surcos compasivos que trata

de silenciar con los dedos de sus manos,

los que atrapó el tiempo con su silenciosa  

y repiquetear mirada.

 

Los sonidos resuenan compasivos los que

recorren su cuerpo,

esponjoso y tierno para dormirse

entre sus brazos, arqueando tus pestañas

introduciéndose en el armario de su alma,

donde una musiquilla se convierte en plegaria la

que bombea su interior copulando con los

sentido nuevos de su anatomía.

 

Das vida a tanto amor incubado el que

se reseca y clama… reclama… poniendo al cielo

por testigo rompedor de moldes desde su techo

de ramas de aurora.

Donde los sueños van creciendo,

asentando el corazón entre sus brasas.

 

Se empeña… me empeño… su empeño…

cielo azul rompedor de nubes blancas…

Preñado por arrancar el amor y la esperanza…

para querer… quererse… quererla…

sintiendo el infinito del tiempo,

donde aún brota la esperanza.

Orduña-Bizkaia-Paiz Basco


Antonio Molina Medina

Año-2.012


MUJER DE AHORA Y DE SIEMPRE

 

Ciudad de Orduña-Bizkaia-Euzkadi

Se olvidaron sus historias; no quedaron sus anécdotas, ya que nadie las cita ni a nadie interesa. Pero sus imágenes, las de antes y ahora, con sus arrugas en sus rostros; rostros que aprietan los sentidos de ahora con la mente dispuesta.

Mujeres de antaño, de ahora y después, que debemos darles forma entre sacudidas, para que aprisionan nuestro pobre saber. Vidas sin futuro. Seres que caminaron por senderos y laderas con la voz apagada y el corazón encogido en su largo caminar. Historias marchitas repletas de gloria sin halagos ni puentes con quitamiedos; que lo dieron todo y nos ofrecieron sus vidas, su humildad y humanidad ante la bota del opresor, con su obra y su valor. Sus quejas quedaban en el silencio de la noche acunando a sus crías antes de descansar, llenas de melancolía, pariendo hijos para luego utilizarlos en bárbaras guerras. Pero sus relatos, los que nos acercaban a ellas en las noches serenas, al pie de la candela entre chisporroteos de fuego que nos salpicaba en nuestra mocedad. Hoy irrumpen en nuestras conciencias… ¡si es que la tenemos y no nos la han robado o la hemos vendido al mayor postor!

 

Ciudad de Orduña-Bizkaia-Euzkadi


Cierro los ojos y mis dedos detectan, entre su escritura, rostros que se desprenden envueltos en su tinta… imágenes cubiertas de ropajes, ropa gastada de lavados, rotos imperceptibles de puntadas y puntadas de dedos añosos, cargados de tierra remendando los pilares de nuestra juventud.

 

Hoy me acerco a ellas y poso mi mano en sus hombros y veo su belleza y la luz que desprenden sus miradas a través de las llamas que brotan de sus corazones las que, se cuelan en mi alma, y mi cuerpo se jacta de manos que aprietan, que suavizan mis manos después de la nada y de ojos que emanaba surcos de agua pura. Limpias lágrimas que contagian, resbalando por los surcos de sus rostros, turbados, los que limpiaban con el dorso de la mano cual pañuelos de seda.

Ciudad de Orduña-Bizkaia-Euzkadi


Hoy, paseando por las praderas de su alma, entre cepas y cultivos, mi corazón habla y recorre sus campos y me aferro a sus rostros, me cuelo entre sus arrugas al blanco de sus cuerpos, para no olvidar a las mujeres que inspiraban respeto y se lo dábamos… Hoy miramos sus rostros por los campos y barbecho de Sinovas por los pinares del pueblo y se pueblan de rostros cuando camino por ellos…

Me sonrío y sigo mi destino y me acuerdo de aquellos  poetas de antaño que siguen en nuestro recuerdo.

 

-¡Cómo no! Don Antonio…, hoy está usted en mi mente y también en mi cuerpo… caminando por los campos de Castilla:

“Caminante no hay camino se hace camino al andar”… Y yo ya ve… intentó seguir su sombra junto a la de don Federico García Lorca que me animó a nacer junto a su noche eterna, mientras de Walt Whitman nos resuena: 

Ciudad de Orduña-Bizkaia-Euzkadi

“Si te ponen trabas oh libertad,

No es de tus viriles enemigos la victoria;

De la casa del amigo sale la puñalada mortal.”

Antonio Molina Medina

29/08/17

CUAL INTRUSO…

 

Playa de Getares Algeciras- Andalucía

Buenos días amigos.

Decía nuestro amigo Federico cuando comenzaba una conferencia:

“De todas formas hay que ser claro. Yo no vengo hoy para entretener a ustedes. Ni quiero, ni me importa, ni me da la gana. Más bien he venido a luchar. A luchar cuerpo a cuerpo con una masa tranquila porque lo que voy a hacer no es una conferencia, es una lectura de poesía, carne mía, alegría mía y sentimiento mío, y yo necesito defenderme de este enorme dragón que tengo delante, que me puede comer con sus trescientos bostezos de sus trescientas cabeza defraudadas. (…)

Playa de Getares Algeciras- Andalucía


Esta cruzando el bosque entre ramas amaestradas sin hojas verde muy verdes las que un día le arropaba, y aun con su pena a cuestas como un saco de cemento sigue por los caminos entre pies puestos en la nada y la luna le sigue alumbrando ya que el corazón que tiene, se ajusta entre contratiempos; mientras el viento y las sombras de los espejos se miran en su largo encierro y los paisajes se mudan sin sentimientos a su paso.

La luz de su palomilla no se apagara sin viento ya que el aceite de sus ilusiones brama hoy delante de los cementerios y sonríe a los esqueletos que aún siguen enterrados.

Antonio Molina Medina

 

Playa de Getares Algeciras- Andalucía

CUAL INTRUSO…

Hoy algo de apatía puede conmigo y los dedos se rebelan contra su mente y se hace más costoso ganarse el pan con el sudor de su frente…

Y mira que me lo dicen noche y día… "no te metas donde no te llaman ni mires para los lados que la vida se te acaba… ¡Disfrútala coño!..." y el ya solo sonríe y no respondo, solo mira y escucha los sonidos de la nada y se aparta de ellos caminando por los prados y cañadas,  por viñedos y pinares hasta perderse... así da trabajo a los que le quieran encontrar… Después de palabras gruesas sin abanicar mi rostro, sige sonriendo y aguantando la tormenta como cuando era niño y corría sin pausa, dejando al ganado ya instalado en las fincas de pasto de hierba fresca; ya que el aldeano le decía al partir con el ganado: 

Valle de la ciudad de Orduña-Bizkaia

 
"-¡Chiquito, si se pone el tiempo malo, y truena y relampaguea…, nunca te pongas debajo de un árbol que es donde acuden los rayos si no tienen algún objeto donde descargar su furia!"

Hoy, como ayer y mañana, toca sentirse uno por dentro y arropar con fuerza  los sentimientos y perforar la tierra caminando y abrazándose a ella ya que es de donde partimos y a donde terminará nuestra existencia.

Un abrazo, y perdón por dejar a este corazón que diga lo que le dé la gana… Aunque sabiendo que a más de uno… sean los que pretendan que un anciano, se postre entre la nada, para dejar de soñar, ya que los que no saben soñar, son los que azuzan a sus letras ante la tormenta que ellos provocan sin piedad… ¡se es más feliz y con menos cargas!

Cuidad de Orduña

Este miércoles parece que arrancan la  'Noches poéticas en Bilbao'… Estaré mientras pueda caminar dando alas a mis inclinaciones las que se transformaron a través de los tiempos dejando que la verdad sea la que acometa siempre mis torpes pensamientos aunque algunos traten de detener a mi intelecto.

Antonio Molina Medina

15.11.21

OTROS TIEMPOS

 

La muy noble y leal ciudad de Orduña-Bizkaia

-¡José, levántate! Que ya es la hora; que tienes que lavarte y desayunar para ir al colegio. Que siempre llegas tarde y ya sabes cómo las gasta el maestro…

José se despereza y se quita las lagañas que sujetan sus pestañas y abre las ventanas de sus ojos y da un salto sobre la tarima del suelo y se acerca a la cocina donde su madre le tiene preparado una palangana con agua templada que hecho en un puchero que tenía calentando en la chapa de carbón y leña. Aferrándose a un trozo de jabón que su madre hacía en la casa y con el agua que brotaba del grifo se frotó la cara y los brazos y de esta forma se quito la pereza y se agilizaron sus movimientos, se secó con una toalla que su madre tenía en sus manos y, sin más dilaciones, se acercó a la silla que había a la mesa, muy, antigua de madera. Se lanzó a toda prisa sobre un tazón de leche con sopas, con tal avidez que parecía que se la iban a quitar, y las ansias de acabar (ya que la hora era ya tardía)…unos aldabonazos sonaban con estrépito en sus oídos provenientes del portón del edificio donde él vivía con sus padres y hermanos en una casa alquilada… eran los amigos que, como él, acudían con el tiempo justo al colegio.

La muy noble y leal ciudad de Orduña-Bizkaia


 -¡Mama me marcho!, ¡que me están llamando los amigos! –le decía a su madre.

-¿Ya llevas todo lo necesario de la escuela? ¡mira que te conozco, que siempre se te olvida algo! –Ella le decía.

-Lo llevo todo mama, no te preocupes. –le dijo a su madre.

-Este crío no sé cómo le puede sentar bien lo que come, si siempre lo hace corriendo y sale con el último bocado en su boca.

Las escaleras de madera las saltaba de tres en tres y, en un suspiro, se presentó en la puerta de la casa, donde le esperaban sus amigos.

Se saludaron y como escopetas salieron disparados por la calle en dirección a la plaza … Pero alguno pensó que todavía quedaba tiempo según el reloj de la plaza para hacer alguna de las suyas… Travesuras que, más de una vez, se pasaban de rosca y que incomodaban a los vecinos de la ciudad.

 

La muy noble y leal ciudad de Orduña-Bizkaia


-Pedro - comenta al grupo -vamos a la calle Egaña.  Todo el grupo cambió de calle por los pasillos de entre calles que unían más de una calle, hasta la más apropiada por la cantidad de puertas que coincidían una frente de la otra.

-Juan traía un rollo de alambre más bien fino y ya venía en su mente el hacer una de las suyas con la complicidad de los demás que le acompañaban.

-¿Has traído  el alambre que dijiste que tenía tu padre muy fino? – le insinúo José a Juan, ya que José era compinche con Juan.  -¡Sí! -Afirmaba Juan… No creo que se dé cuenta ya que tardará en venir del trabajo.

Sacando el rollo del cartapacio del fino alambre, se dirigieron a una puerta lo enrollaron y lo amarraron a su aldaba y luego lo pasaron a la otra acera e hicieron lo mismo con otra puerta con su aldaba más bien grande y cortaron el alambre después de tensar y se escondieron ya que era cuando las madres salían a la compra.

La muy noble y leal ciudad de Orduña-Bizkaia

Y, como no podía ser de otra manera,  pasó una señora con su bolso en la mano y al pasar tropezó con el obstáculo que no había visto y jurando buscaba a los que habían hecho tal fechoría y, además, al tirar  del alambre tocaron las dos aldabas de sus puertas y asomaron los vecinos a ver quién llamaba y ¡‘redios’ la que se armaba! Mientras los niños corrían en dirección a la plaza a carcajada limpia hasta la puerta del colegio; los vecinos se asomaban a los balcones y no veían a nadie. Solo una señora que iba diciendo palabrotas a la vez que se alejaba del lugar; mientras los vecinos seguían inquietos. En esas que aparece un vecino con el pan caliente que acababa de recoger de la panadería y una señora le preguntó: -¿Ha visto usted quien ha llamado a la puerta? y, este les contestó: -He visto a unos niños corriendo a la plaza que creo iban a la escuela riéndose a carcajadas ¡Tiene ustedes amarrado una alambre a la aldaba de la puerta, que se extiende hasta la otra acera y parece que se ha desprendido de ella…!

La muy noble y leal ciudad de Orduña-Bizkaia


 -¡Otra vez los chiquillos con sus bromas! ¡Ya está bien leches! Bajaron y quitaron el alambre jurando y muy cabreados…

Los niños atravesaron la plaza, pero antes les apetece tomar agua de los caños de la fuente y con soltura se lanzan con la mano abierta a las cabezas de acero de las que, por sus bocas, brotan chorros de sabrosa agua…, ya saciados del grato líquido, con un impulso retroceden sus cuerpos cogen sus cartapacios y vuelan a la escuela, donde el maestro les esperaba con una regla en sus manos ya que ya había comenzado la clase y ya él se figuraba que alguna de las suyas habían hecho y les regalo unos reglazos en las palmas abiertas de sus manos a cada uno.

 José era un trasto ¡y sin remedio! Alguna vez se atrevió a ponerle alguna chincheta a la silla del maestro y ya esperaba algo así y solía mirar por un… "porsiacaso", ya que no era la primera vez que se la liaba… consecuencias: nadie se chivaba, luego clase castigada…

 Una mañana ya cansado de él, el maestro le castigó sin comer (ya  había avisado a sus padres y estos estaban de acuerdo). y le encerró dentro de la escuela. José no se inquietó ni pestañeó…, y al quedarse solo, no se le ocurrió otra cosa que tirar por las ventanas los libros y todo lo que le apetecía: la tinta de los tinteros de las mesas, lapiceros y se cago en la silla del maestro. No contento con lo realizado llenó el ojo de la cerradura con palitos de madera formando una masa bien apretada para que no pudiesen abrir desde fuera cuando viniesen a clase.

 

Venta de Tertanga-Álava-Bizkaia

Cumplida su misión abrió la ventana por la que pasaba un canalón de los residuos del agua de la lluvia y se deslizó por él hasta la calle; no acudió a su casa para no levantar sospechas y se fue a merodear por el río como si la cosa no fuera con él, algunos lo miraban pero creían que estaba por esos lugares esperando a que abrieran la escuela.

El primero en llegar fue el maestro e intentó meter la llave por la cerradura y no podía, insistía y nada, Al final llamaron al cerrajero ya que el alumno no respondía a las llamadas del maestro y de algunos chavales que estaban esperando para entrar.

Estaban asustados mientras el cerrajero trataba de abrirles la puerta.

Abrieron la puerta y el pájaro había volado, ni rastro de él. Los compañeros al ver el estropicio que hizo en el aula se reían a carcajadas, mientras que el maestro les reñía… Ellos ya sabían cómo las gastaba su amigo, nada les extrañó.

Por la tarde después de salir de clase José estuvo pendiente de las campanas del reloj de la plaza y cuando fue la hora de salir se dirigió a su casa y ya le estaban esperando y su padre le dio una soberana paliza, con una vara de avellano, que le dejaron huellas a lo largo de algunas semanas.

Tertanga Álava 

Al día siguiente acudieron los amigos para recogerlo e ir al colegio y aún magullado y dolorido dijo que acudiría y se reía y les decía: que a él, nadie le entendía… Para decirles: 

-¡Que me quiten lo bailado!

05.09.22            

Antonio Molina Medina

Este era mi Padre.

 

Majal-Alto-Chorrosquina-El Cobre-Algeciras

Aun recuerdo a mi padre

sentado en el barbecho,

con su mirada oteando

las aguas del estrecho.

 

Con su folio en blanco,

pintando paisajes los

que su sonrisa percibía:

El peñón de Gibraltar

y los barcos en la Bahía.

Las cálidas tierras de

otro continente,

con la nuestra confundía

a pesar de los barcos en su Bahía.

 

Su figura erguida y reluciente.

Sus ojos azules como el mar.

Y su corazón tierno y sin rencor

Transmitía felicidad.

 

Recogiendo sus humildes pertrechos,

caminaba a la huerta la Reina,

vadeando el río de la Miel

para subir la cuesta,

hasta el cortijo Majal-Alto

donde los suyos sentían su presencia.

 

Su silbido nos ponía sobre aviso junto a

 la luz que transmitía su cuerpo cuando

recorría avanzando por la sierra.

Y sus ojos melosos de limpia mirada,

siempre oteando incansable la sierra

en los años del dolor y la ira acuartelada..

 

Eran años de penurias, sin prisas

donde el hombre era dueño de la nada ya que,

ni las puertas se cerraban de noche

porque no había nada que nos quitaran.

 

Recogiendo las espigas del trigo.

Rebuscando los granos dorados.

Complemento de los seres humanos.

Los que: con dos piedras fornidas,

movidas por la fuerza que impulsan

en se caída sus aguas atrapaban

los granos entre ellas

en las noches de luna lunera

que era cuando acudían a moles

las semillas,

que a escondidas,

traían nuestra harina. Para hornear

las teleras divinas, que a escondidas

se cocían en los hornos y chozas de paja..,

Vigilando los alrededores de sus casas.

Antonio Molina Medina

08.01.23