MIRABA AL CIELO.

Sinovas-Aranda de Duero-Castilla León

Miras al azulado cielo y entre las nubes brillan las estrellas, mientras el aire surca plácido abriendo surcos en su melena y la tierra se recoge entre los acantilados de sus recuerdos. Quizás la grandeza de un ser humano sea su propia felicidad, la que, oculta, está esperando que se apropie de nosotros y se oculte en demasía, y ya no nos acompañe en nuestra mente, esperando que las sustancias se dirijan, con presteza, evitando el fracaso en nuestro caminar sin rumbo por nuestra existencia; aunque la propia luz, con sus sombras, las necesite el cuerpo  o te arrastre la codicia, que todo lo devora y extermina; donde el orgullo del ser humano destruye lo más íntimo del  ser, desapareciendo esa alegría que aún mantenemos de nuestra niñez.

Sinovas-Aranda de Duero-Castilla León
Este mundo de continuas maravillas que  se expanden ante los ojos en cada instante, sean las que nos arrastren a consumir en momentos acalorados, la virtud que nos transporte al edén sin exclusiones mundanas, donde el ser humano se sienta tan cercano uno de otro que ya no lo circunden las alambradas, y solo sea el aire sin tropiezos ni bocas de cañones, y sin bombas ni fusiles que nos  eliminen a seres que no hablan en nombre de los dioses dominantes y fieros los que golpean nuestras mentes arropándonosla con la maldad entre caballos relucientes  que patean la frustración y el odio que hoy siembran en los parlamentos: aquellos que defienden un único dios entre sus hermanos , ya mutilados por el becerro de oro, que se ha apoderado de corazones de hojalata, ya inservibles y corrompidos por el óxido de sus miserias.
Sinovas-Aranda de Duero-Castilla León


Antonio Molina Medina

02.09.21