POR LAS CALLES DE ACERO

 

Río de la Miel. Canuto Hondo Parque de los Alcornocales. El Cobre

Montar… subir sin prisa en el tren de los deseos,

con el poder de los sentidos. Los que todos poseemos. 

Y algunos son tan poderosos que nos hacen desnudarnos

ante lo ingrato y lo sublime que posee nuestro cuerpo.

Luce hoy la ‘pandemia’ ante mis ojos, y relucen los cantos

de sirena y los gnomos se dejan caer de entre mis sentidos,

que, sin alaridos, se posan entre mis labios para dejarlos resbalar  

hasta las yemas de mis dedos sedientas de asumir esos caldos nítidos

y sublimes de unos pensamientos que son fruto de un mar abierto; que 

galopa  hoy  en sus olas por los confines de mi cuerpo.

La primavera desordena aun mi entidad y me deja disponible,

cual injerto colocado entre las veredas, pobladas hoy de metáforas y

de sonrisa aguada,  mirando como pasa ese tren que tú me filtras,

Mirándolo por la ventanilla, entre raíles y limpiando mis ojos de carbonilla

... hoy muy antigua, que se posaba entre sus párpados aguados

de insensibilidades desconocidas; dejando caer sus gotas

por los arroyos de su rostro.

Antonio Molina Medina

05.05.20