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| La muy noble y leal ciudad de Orduña-Urduña |
Percibe
su voz
mágica,
risueña,
manantial
de vida,
agua
milenaria,
chorro
milagroso
un
sosegar de almas.
Jugoso
guarismo
de
añejos sueños.
Camino
de aromas
que
tupen heridas
de
alcornoques viejos.
Corcho
milenario,
nítido,
sereno,
que
el viento no atrapa.
Despojo
de hojas.
Pechos
que se aferran.
Estructura
dorada.
Nuevos
sueños afloran.
2010
Antonio
Molina Medina