LAS REJAS

Quítale las correas que oprimen su cuerpo.
Quítale las mentiras que envuelven su alma.
Quítale las hormigas que pululan su piel,
y el lardo de sus arterias que no dejan fluir
los amores tardíos.
Que su corazón zozobre y se hunda en su mar.
Que las olas le arrastren junto su tempestad.
Que los cielos diluvien agua para sus ojos,
para que no falte el salitre en sus lágrimas,
ni la flor de la vida que se adueñó de ella,
rompiendo con  sus lágrimas su propia soledad.
Antonio Molina Medina