Golondrina liberada

 

Sinovas Aranda de Duero Castilla y León

Una mañana apacible y llena de resortes me acompaña, amiga mía. Siento como vuelven las golondrinas a colarse por el portón de mi cortijo, cuando mi madre les habría sus puertas, en busca de su nido.  Yo, sonrío y sonrío ¡gozo entre bambalinas! repleto de sustancias de afrecho y harina. Mi mente se deja llevar y, de mis dedos, se desprenden sabores y olores a tierra roja; terrones donde el surco se abre por la punzada del arado en la tierra mientras, las golondrinas siguen entrando y saliendo, llevando en sus picos alimento para sus crías.

 

Romiya año 1966- Pedaniía de Chauchina. Granada

Respiro plácidamente y sonrío de nuevo a la vida, compartiendo las flores del campo y la sonrisa de mujer divina.

 

Restos del castillo de Orduña-Bizkaia.

Muchas, muchas, muchas gracias por tu compañía, mi querida amiga. Solo los sabios se acercan al precipicio para expulsar sus miserias, las que acumulamos día tras día,  y tras su perfil,  se pueden ver las cabras saltando de tajo en tajo, regodeándose de la naturaleza viva ¡muy viva! que nos sonríe y nos indica lo sencillo que es encontrarla, al margen de las guaridas de ratas en la ciudades que nos aportan poca vida.

Río de la Miel. Parque de los Alcornocales- El Cobre-Algeciras.


Antonio Molina Medina

19.11.20