MUJER

Suena el teléfono mensaje de vida.
Sustenta el poeta en su ambigüedad.
Al otro lado del estrecho la morita
se mece en el agua y una ola deposita
sus letras mezclada con arena blanca
envuelta en recuerdos que liberan su alma.
 
El poeta lee, lo que ella le envía.
Reflejan su voz su cuerpo su vida.
La sombra le envuelve con firmeza y calma.
Retumba su cuerpo. Palpita un tic, tac.
Las briosas olas fecundan sus playas.
 
La virgen del Carmen, pasean las muchachas
los cánticos tiernos motivan sus almas,
manan de gargantas que siguen el curso
de baladas de sus voces claras.
 
La Andalucía profunda, emergió de brumas
no estaba olvidada y menos enterradas
emergió de olas, de fina arena.
Te nacen  recuerdos que ella almacena.
 
La tierra no cambia. La mar es salada.
Las olas briosas, rompen en la arena.
Los siglos la avalan. El viento recuerda
que el levante manda.
 
El hombre no entiende, sólo ve el mañana
ni el presente siente. En una mañana
cuando paseaban, con cánticos y plegarias
recordando a aquellos que el mar se tragara.
Sepultó sus cuerpos, elevó sus almas.
Quedan los recuerdos de aquella mañana
donde muy sereno él los contemplaba.
Antonio Molina Medina