MADRE

 

Sinovas-Aranda de Duero-Castilla y León

Madre…, entre el cielo y la tierra nos volvemos a unir, me sonríes y te sonrío en esta noche de abril y ya sin reproches, que el viento me lleve a la deriva, olvidando tu recuerdo y tu sonrisa… quizá forzada y estrangulada por todo lo que sufriste. Tu cuerpo sumido, y tu rostro transfigurado por las sustancias de la intolerancia  que hoy se excita en tu rostro dejando al descubierto un refugio de paz que, sublime, reaparece ante mis ojos.

 

Luisa Medina y Sebastiana Medina

Miro tu semblante desmigado de recuerdos y de tu cuerpo proliferan de nuevo los geranios y las chumberas, planta perenne  que brota en los desiertos de tus años.

Y mira tu cuerpo adormecido en esta burbuja en la que vives, que sustenta tu cuerpo adormecido por los vientos del poniente y del levante, que hacen zozobrar lo ilustre de la materia de un cuerpo en movimiento envuelto en sus propios lamentos.

 

Como un náufrago mueve sus brazos, mientras sus dedos percuten sonidos agudos sobre el papel que un día le ofreciste, blanco de sueños en este mar de añoranzas y vértigo sin causa que se hunde al borde de un acantilado de desechos humanos.

Rio de la Miel El Cobre Algeciras

Mientras, brotan de tus ojos llamaradas desde el candil de tus desdichas, cual ironía sedienta de salados despojos  los que manan desde el caudal que brota de tu anatomía la que, sedienta de presentes, busca apoyar su rostro en un pecho liberado y dolorido por el tiempo.

Beso tus sentimientos, madre. Y acógeme de nuevo en tu regazo en un abrazo eterno, con la fuerza del amor de madre, el que entre murallas y abrasiones deje su cuarteado corazón en tu regazo.

Sinovas-Aranda de Duero-Castilla León


Antonio Molina Medina

03.10.22