Su paz era real

 

Sinovas.

“Como la dulce manzana rojea en la rama más alta, alta en la más alta punta, y la olvidan los cosechadores. Ah, pero no es que la olviden, sino que alcanzarla no pueden”.

Safo.

 

Chorrosquina-Majaralto- Andalucía

Su paz era real

Caminaban mis piernas por los canchos hasta el río, donde a pocos pasos, entre alambradas se amontonaban la paja y los sacos de trigo. El ‘chozón’ de madera y de ramas y helechos, y de cañas de verde plumaje, junto a nuestros cuidadores quitándose el cansancio y cuidando a sus menores, eran hombres vivos, solidificados de tierra y de barro los que se acoplaban a sus años.

 

Playa de Getares-Algeciras-Andalucía

Quitándose el sudor con sus propias manos mientras le chorreaba el caldo de los botijos, que brotaba de la tierra tapados por las verdes hojas que, cual frigorífico, mantenía su frescura a la sombra de los olivos. Nunca les sobraba la sonrisa, siempre con los ojos puestos en el cielo viendo pasar las nubes que enturbiaba su ánimo, cuando los montones de trigo y las alpacas de paja y las gavillas esparcidas por la era, corrían peligro. Incluso muchas veces, el viento faltaba para aventar el trigo de la paja.

 

Playa de Getares-Algeciras-Andalucía

Francas eran las noches mientras la luna nos acompañaba y las estrellas con sus agrupaciones de constelaciones nos indicaban por dónde se encontraba el norte desde el plácido sur de nuestra infancia.

Orduña-Biazkaia-País Basco



¡Mira Enrique, la Osa Mayor!

Junto a la Osa Menor.

¡Y el carro! qué bien se puede ver!

! Y la estrella polar que al norte

me ha de llevar!

dónde está mi realidad.

Orduña-Biazkaia-País Basco



Afloraron los relinchos de los caballos y los grillos y pájaros cantores y con relinchos de caballos se sentían libres para sus musicales nocturnos sin peligro y en soledad, y el croar de las ranas del río; sonidos que se dejaban caer en nuestros oídos para quedarnos dormidos; y alguna que otra serpiente se paseaba por los aledaños del ‘chozón’ donde el protector de nuestra sombra, siempre dispuesta a evitar el acercamiento, por el confortable terreno en el que los alimentos les atraían por su olor.

Orduña-Biazkaia-País Basco


Despiertas de un sueño cubierto de rocío y de charquitos de agua que nos dejó la noche nochera pasada; ya que, en nuestro sueño, alguna mano y ojos que nos protegían. Protegiéndonos las mantas con los capotes de cuero para evitar que llegase el roció de la luna.

 

Orduña-Bizkaia-País Basco

Los rayos del astro sol se clavan en nuestro rostro y los animales ya estaban dispuestos, encabezando el trillo para su trabajo, junto a los cántaros en los serones ya acoplados en los lomos de la burra, para acudir a la fuente para llenarlos de agua pura ya que el día se hacía largo incluso para la chiquillería. Tejida ya su voz entre hondos recuerdos volvían del presidio de la emigración con seres humanos que, entre lágrimas sin cultura y sonrisas mutiladas, pasaron sus vidas sin nicho que los guardase, que hasta la tierra les negaron los insípidos seres que todo lo controlaban hasta los hacer de huesos amontonados sin vida.


Sinovas-Castilla y León


Sinovas-Castilla y León

Sinovas-Castilla y León
Sinovas-Castilla y León


19.01.25

Antonio Molina Medina