Su sombra…

A su sombra se refugia, y le causa llamarada
un calor limpio profundo que en su cuerpo
se le instala.
No le digan que la deje. No le pidan olvidarla.
Si la Luna es su consuelo y su vida le relaja.
La quiere... como la quiere con los sudores
del alma.
¡Mírala cómo reluce... como brilla, incluso
después del alba!
Su corazón es humano, de fuentes y de guirnaldas.
¿Cómo no va él a querer a mujer tan tierna,
sana, serena y clara?
Nunca conoció mujer que le atrapara su alma.
Sus ojos de cielo abierto le recorren 'toa' su cara.
Su mirada es dulce y tierna y su sonrisa de grana.
Una lágrima se expande por los surcos de su cara.
Quererla, sólo quererla con todo su corazón
es algo que no se acaba.
Pensamientos que le invaden
por caminos de barro y zarzas.
Y seguirá caminando aferrándose a su mano
para que no se espumara.
Siempre estará a su lado,
no son sólo palabras.
Sólo, para quererla con el alma.
01/06/16

Antonio Molina Medina

Casi cuento. Cuentos casi realidades

Una amiga le regaló un puñado de cuentos. Los leía con cariño, los hice suyos por dentro. Los meció entre sus brazos y se sentía seguro. Cuando pasó sus hojas su calor le contuvo.

Querida amiga, le has trasformado en niño. Tú te has vestido de abuelita y él se ha aferrado a tu mano asustado de miedo. La gente les miraba porque jugaban juntos. Y tú le decías.

-¡Agárrate fuerte a mis dedos! Te voy a contar un hermoso cuento que te va a gustar.

Y él se aferraba a tu mano con fuerza, se sentía seguro en mitad de la estepa. Ellos les miraban y seguían sin entender nada, porque no les miraban con los ojos del alma. Y siguieron jugando. A él le dio mucho miedo, se aferró a tu figura y, sonriendo, le diste su premio. Devolviste la sonrisa a ese corazón viejo, y volaba envuelto en sus sueños. No sabe las lágrimas que brotaron sus ojos, que pañuelo fino de seda pajizo limpiaban.

-Cuéntame un cuento de los que tú sabes-, -le decía el chiquillo.

Ella sonreía. ¿Qué me importan los que gruñen en los alrededores de mi covacha?  ¡La abuelita es vida, vida renovada! Sus cuentos son letras con música dorada, tambores sonoros de pétalos y hadas. Sus cuentos, nuestros cuentos y sus realidades, ni madre ni padre podrán hoy romper el cordón que les une. Los que les rodean no le quitan el sueño. Un día lo hicieron, yo sé lo recuerdo.

Amiga del alma, se acaba de sonreír y reír él solo. Eso no es de estar muy cuerdo.  Es bonito soñar. Es pura realidad porque son sus sueños los que les unieron, junto con sus versos, el calor y el frío del corazón por dentro. Pero si sólo son eso ¿Por qué todo esto? El amor es real, se quiere por dentro ¿Para qué mentirse si es lo que se siente? Ella le sonríe con cara risueña, picara y traviesa.

Él volvió al manzano. Se sienta en su tronco, se acopla a su sombra.
¡Sí!, es verdad, piensa, Lo tienes todo: amigos, familia, ilusiones, vida… ¡Si eres pura mirra! Los hombres se pegan a ella, a su sonrisa, y ella les sonríe, les observas, y les miras. ¡Esa es su grandeza! ¡Eras una niña!, ¡Eras diferente! La vio cual abuela, en madre, en niña, y sabe jugar en su propia vida.

30/05/16

Antonio Molina Medina

MUJER

Vidas consumidas lloraban delicias.
De la propia cebolla su jugo te atrapa.
Nos hace más humanos y nos rebanea sus olores.
Su sabia se incrustó en mi alma.

Una voz melodiosa encendió mi cuerpo.
Explosionó su esencia sollozando mi corazón.
Repiquetean campanas.
Ella es melodía, la que alimenta la llama,

la que alumbra su alma, y su anatomía denota
sacudidas de calma, el llanto y la alegría;
la dicha y la cordura; el amor y la energía.
Sólo con su presencia le da luz a su alma.
27/05/16
Antonio Molina Medina


Su inspirar

Hoy me he levantado junto a su respiración, y brota dentro del pecho algo de locura y amor;  amor por el que vivir; amor por el que luchar, y sólo con sentirme vivo me parece necesario decirte con mucho mimo lo que me gustaría ser. Yo de mayor te diría lo bella y sincera que eres; lo mucho que tu belleza significa en mi guardilla, entre trastos de cocina, cacerolas y sartenes, algún vaso con su jarra para beberme los jugos que manan desde tus labios. Y yo miraba su cara. Y sus ojos me miraban juntando plato y cuchara donde comíamos con ansias amor en plato de vino, y el zumo que sus manos me ofreciera. ¡Cuánto amor acumulado que se quema entre mis manos sin nadie lo quisiese  ni catara! Morir de amor en sus brazos aunque no sea entre sábanas seria la dicha más hermosa que a este corazón pasara. Poco más queda por hacer, sólo besar su cara o sus labios primorosos hoy, en esta feliz mañana.
25/05/16
Antonio Molina Medina

A UN VIEJO OLIVO

Con la azada entre las manos,
cavaba su negra tierra,
arreglando su figura,
para que no pereciera.
El olivo sonreía, agradecido reía.
Por cada golpe de azada,
la tierra se recreaba.
El oxígeno fluía.
Un niño lo contemplaba.
Seriamente le decía.
-¡Maestro! ¿No le hará usted daño
a sus raíces divinas?
Mi sonrisa fue apremiante.
Sólo miraba su cara.
Vi sus ojos de aceituna.
Embebido estaba el niño,
sentado contemplando la obra.
Mientras el agua manaba
su tronco lo agradecía,
con la fluidez que el agua;
cual manantial sus raíces la absorbían.
Se fue corriendo el muchacho,
cantando por la vereda,
recordando aquel olivo,
viejo ya para sus laces,
pero seguro plantado.
En medio… los olivares.
23/05/16

Antonio Molina Medina

Flor de primavera.

¿Cómo será la vida del doncel enamorado, cuando surge ese amor inesperado, que rompe y rasga el firmamento, atronador cual trovador por la campiña?
Flor de primavera, oloroso manjar el que te espera. Flor que brota de su cuerpo la más bella. Inesperado sueño sin quimera. Soliloquio que brinda su sonrisa; jugosa y fresca sus olivas, las que manan resbalando por sus ojos que su boca, atrapa cual manjar, divinas perlas, esbozando su sonrisa se convierte en franca dicha, donde el amor… forma inmutablemente humano, parte de su vida corazón inquebrantablemente sano.

20/05/16

Antonio Molina Medina

Ayer, la avistó transparente

Ayer, la avistó transparente. Se trasformaba un oasis viviente. Es su sentir con aquellos que la quieren. Ella lo percibe, por eso se desprende de su interior y lo pone consecuente entre sus manos para cuidarlo generosamente.

Eres mujer loba y marinera. Sabes querer a aquellos que te quieren. Ser decidida es parte de su vida. Junto a tu sonrisa duradera cual brisa, sabes sufrir, amar, enternecerte, mujer.


Su confianza merece respeto. Darlo todo por ella, mujer será su cometido. Quererla tanto como la cepa al vino. Será su paladín envuelto entre las nubes, negras y blancas, briosas en su blancura. Será fiel como el agua del caño a su fuente. Defraudarla sería el fracaso de su vida. Escritos brotan sinceros, concebidos cual corazón que siente los latidos, para almacenarlos y guárdalos con celo, en ese rinconcito oculto y protegido. Para seguir viviendo. Para seguir soñando. Para seguir amándola, mientras la luz tenue o vivaracha se siga filtrando por las rendijas de su cabaña. Compañera del alma… tú… ejemplo de mujer primera.

18/05/16

Antonio Molina Medina

MANANTIAL

Cuando un manantial
de agua
brota de la firme roca,
no hay nada ni nadie
que lo pueda taponar.
La herida queda y la
sal quema cual
candela en su esencia.
Y en su alma se refleja
con hierro de fuego.
Candente candela.

16/05/16

Antonio Molina Medina

Mujer

Querida amiga:
esta primavera está dándome la lata.
No se puede acumular tanto amor
en sus venas.
Al final será el corazón el que ya
convertido en una hoguera
no halle agua de mar, manantial o
río limpio que pueda apagar tantas
llamas, que inundan su cuerpo.
Brotan y los ve implícitamente vivos
en los ojos de su amada… primavera.
Una realidad atrapa en nuestra vida.
Vivimos... viviremos... vivamos...
soñaremos... para y por la poesía,
que para mi eres tú, mujer.
Amada mía, mi eterna compañera.
Mujer llena de vida.

13/05/16

Antonio Molina Medina

CARTA SOLO CARTA DE UN AMOR ENCONTRADO

Sólo eso amor, quererlo, sólo quererlo, y caminar junto a él para que tu sombra pueda brillar con luz propia. No habrá ya estrellas que suplan el resplandor que fluye en su figura, ni voces capaces de romper la magia que provoca todo tú ser. Corazón, corazón del que no puede ya subsistir sin saber que, otros corazones están latiendo entre los pliegues de su cuerpo. Sortea los meandros de sus venas, se desliza por sus arterias, diminutas fuentes de sangre aún caliente. Después del día majestuoso donde pudo disfrutar de su estampa, no ya su sombra, poderoso afrodisíaco perfectamente cauto y sonoro, así te siente, te ve, te observa y se consuela, con todo su intensidad puesta en sus manos.


Ya ves amor, no sabe cómo tratar lo que fluye de su interior. Cualquier calificativo es diminuto, pobre en expresiones, porque ella es muy grande. Quiere seguir volando a su paraje para sentirse vivo y consolado, y darle todo lo que ha sembrado.

El Gato con botas sigue su camino despejando praderas, campos llenos de trigo, aldeas y castillos, para ofrecérselos a las Musas, a los Duendes, las que restauraron una vida curando con mimo sus heridas poniendo tiritas que adornan su cuerpo dolorido y que estaba en tinieblas.
11/05/16
Antonio Molina Medina


FEDERICO SIGUE RESPIRANDO

En el aire había algo de verde.
Los campos estaban llenos de verde,
los prados de trigales verdes,
el cielo color verdoso y
la luna, ya por la noche,
se colaba entre los verdes.
Caminos verdosos,
como pajizos, muy verdes,
sulfuran pregón de verdes y
le vimos deambular montado
en caballo negro, verde,
junto a los limoneros verdes,
blancos, amarillos y
bebiendo agua del río
pletórica en su verde.

09/05/16

Antonio Molina Medina

SU ESPLENDOR


La contempla entre cristales. La espuma blanquecina cubre sus pestañas. Mientras, el agua rodaba cual torrente por su cuerpo de diva, abrazándolo. Como un ser diminuto se coló en su bañera, y la miraba en el reflejo de las baldosas. Temblaba. Sus ojos se llenaban de lágrimas de escarcha. Su melena brillaba y su largor asombraba. Ella sólo sonríe convirtiendo su pelo en dos trenzas que se deslizaban hambrientas por su anatomía de maga. Se aferró cual liana y trepando por sus columnas, recorriendo montañas, se resbaló por ellas a cintura orada. Escalando se acurrucó en su nuca, para deslizarse por frente y pestañas. Sus ojos relucían como luceros al alba, dos olivas muy negras las pestañas bañaban. Su nariz respingona daba paso a sus grutas. Su alma desganada, seguía viviendo momentos esperanza. 
Tropezó con sus labios de rojo purpúreo, y le mostró la entrada a su caudal de vida de pedrería de nácar: su lengua. Lento, se descolgaba su barbilla. Le atrapa y su cuello y sus hombros dan reposo al guerrero que convulsiona su cuerpo, mientras lentamente su ombligo le observa con risa complaciente. Su corazón se agita. Redoblan los tambores.

Las lianas de pelo esponjoso, se descuelgan al bosque que resguarda la gruta, donde mana la vida los sueños y la gloria. Sus jugos le aprisionan. Se precipitó, y agitado, con un beso en sus labios seguirá su camino por columnas de mármol hasta pies junto a dedos que soportan las plantas a una mujer de ojos negros, de belleza sin mancha. Corazón… corazón… con el que tanto amas.

06/05/16
Antonio Molina Medina



Desde el infinito

Desde el infinito, su alma
se mece entre sus brazos y
él, presto, la mima, sintiendo
el latido de su corazón,
que plácido se recrea viendo la obra
que brota de su estructura.
Ensimismado y conciso,
sólo busca los sentimientos perdidos,
hallados, encontrados, herméticamente
unidos a la Luna y…,
las estrellas de su cielo.
Antonio Molina Medina
04/05/2016


SU CALMA

Veo tu sonrisa y me da confianza.
Siento en mis venas sustancias de calma,
así son las letras forjadas de surcos,
de arado en la tierra, los que
me atrapan, me hieren, me agradan.
Eres carmesí, de pasta, de nata.
Desde la distancia…
¡Gracias generosa por acelerar
este corazón en su primavera!
02/05/16

Antonio Molina Medina