Sólo eso amor,
quererlo, sólo quererlo, y caminar junto a él para que tu sombra pueda brillar
con luz propia. No habrá ya estrellas que suplan el resplandor que fluye en su
figura, ni voces capaces de romper la magia que provoca todo tú ser. Corazón,
corazón del que no puede ya subsistir sin saber que, otros corazones están
latiendo entre los pliegues de su cuerpo. Sortea los meandros de sus venas, se
desliza por sus arterias, diminutas fuentes de sangre aún caliente. Después del
día majestuoso donde pudo disfrutar de su estampa, no ya su sombra, poderoso
afrodisíaco perfectamente cauto y sonoro, así te siente, te ve, te observa y se
consuela, con todo su intensidad puesta en sus manos.
Ya ves amor, no sabe cómo tratar lo que fluye de
su interior. Cualquier calificativo es diminuto, pobre en expresiones, porque
ella es muy grande. Quiere seguir volando a su paraje para sentirse vivo y
consolado, y darle todo lo que ha sembrado.
El Gato con
botas sigue su camino despejando praderas, campos llenos de trigo, aldeas y
castillos, para ofrecérselos a las Musas, a los Duendes, las que restauraron
una vida curando con mimo sus heridas poniendo tiritas que adornan su cuerpo
dolorido y que estaba en tinieblas.
11/05/16
Antonio
Molina Medina
Que maravillosamente escribres amigo, tus letras calan y perforan el alma.
ResponderEliminarLas fotos son preciosas.
Un gran abrazo.
Ambar
Como dice nuestra querida amiga AMBAR las fotos son preciosas, para disfrutarlas un rato mirándolas, y volando entre tus letras para seguir soñando despierta.
ResponderEliminarUn beso.