QUIZÁS LOS AÑOS…

La verdad es que no se si serán los años o algo que tenemos dentro...
Esa visión capaz de penetrar en las palabras, para transformarlas en versos o a través de un lienzo, que la vista se aplaca.
Pero lo que importa es la creación, lo inaudito que muchas veces pocos proyectan en papel o lienzo la belleza que nos rodea y muchas veces sin saberlo.
Pero sí que es verdad que cuando caminamos, viajamos a otros mundos. Otros paisajes. Otras gentes…
Aparecen escenas inauditas que nunca esperamos encontrar ya que están lejos de nuestro entorno y, o bien con una cámara o unas simples letras de apuntes, somos capaces de dar forma tanto a un lienzo como un poema o una historia, que no conoceríamos desde el sofá de nuestras casas.

Yo suelo ir al lugar donde me crié de muy niño…, tanto Algeciras, Granada o Orduña, pero solo y sin poner escusas para hacer aquello que te provoca la mente ya que el corazón siempre está con las alas desplegadas dispuesto a retarte y obligarte a decidir entre soñar o morir… Pero eso solo lo puedes hacer desde la naturaleza salvaje, cómplice la nocturnidad: caminar con la noche, con sus horas  noctámbulas, en su propia tierra. Por caminos antiguos llenos de árboles y ramaje, esperando el sonido que se encuentra entre sus ramas. Y llega ese milagro. Y escuchas y gozas de trinos que, incansables adornan el silencio de la noche. Es música sacra. Nos la mandan los dioses, los que nos acompañan y nos dejan hacer y deshacer, respetando la Naturaleza. Disfrutando entre animales, lo maravilloso que es vivir en libertad, sin ataduras que opriman tus dedos ni tu mente y deje fluir la sangre caliente por tus arterias, donde está escondido el arte.
En este mundo de sueños, lleno de hormigas, de gnomos y duendes…de estrellas volátiles... Caminando senderos aun transitables.

"en esta locura derretida,"
cuyos jugos se adhieren a su cuerpo
palpitando serenos sus recuerdos con los
que vive. Los hace suyos, insertados
como gotas de rocío. Aunque queme
por dentro el fuego que acumula la
hoguera, llamas que sustentan su corazón.
09/11/015

Antimonio Molina Medina