AMISTAD ENTRE SUEÑOS

Orduña. Ciudad añeja y única.
 

No te sorprendas, amiga..., hace tiempo que sigo tus pasos ya que formas parte de mí, María. Seres como vosotras sois; agua manantial como la que de niño vivíamos... caño de hierro colado de las añejas acerías.

Vuestras letras sublevaron las pasiones, dando libertad a la vida...

La que no vivimos, la que no soñamos.  No nos dejaron vivir ni un ratito de esa vida. Placeres que nos robaron, sueños que nos abortaron y la pasión que los cuerpos no desfogaron en su tiempo, por aquellos que nos llenaron de cadenas, y encarcelaron nuestro cuerpo.
Cuidad de Orduña. Bizkaia.

Hoy los rayos de sol que penetran de vuestras ventanas, se hacen de ayer y enriquecen el alma… los cuerpos se duelen de furia, pero siguen ahí y no camuflados…
 
Hoy, dando traspiés, pero con  la fuerza que… María me han dado, y ya ves amiga… tu estas a su lado, pensando y soñando vivencias que un día le robaron a este corazón que hoy, como vos, se recrea en halagos.

Gracias a vosotras… emergió del barro ese hombre nuevo que quiso nacer, de nuevo: entre cuerpo de mujer.

 
Fuente de la ciudad vieja de Orduña. Bizkaia
"llega el frío intenso"

Que el calor de su cuerpo

repele y lo hace útil,

pletórico de vida… ¡sin miedos!

manteniendo vivos los sentidos...

La sangre, que generosa, fluye

incansable en todos sus movimientos.

Antonio Molina Medina
18/11/15