"Meciéndote entre mis versos"

"hasta el regazo de mi corazón"
el que me cobija noche y día.
El que me da fuerzas en las penalidades.
El que se siente fuerte cuando me mira.
Corazón, corazón..., despierta cuando esté
en el límite de la distracción
y mece mis aposentos, ya que son tus letras
las que pasean por él y dejas caer tus versos,
con los que dejo mecer mis sentimientos,
incapaces de dejar de sentir una lluvia
de palabras que brotan de mi adentro.
27/04/17

Antonio Molina Medina

QUE LA LUZ NO DEJE DE ALUMBRARNOS

Que la noche no enturbie tus ojos.
Que las estrellas no dejen de iluminarte.
Que la luz rompa las tinieblas.
Que tu corazón repique en la campiña.
Que, al alba, la sonrisa te devuelva la alegría.
Que duermas entre sábanas blancas.
Que tu corazón no deje de amar.
Que los sueños sean realidad.
Que el eco de tus versos repique
en la sierra, y nos devuelva su alegría.
Que tu nombre, María, flote
sobre la mar al medio día.
Que tus ojos no dejen de enfocarnos
porque su luz nos hace más fuertes
mas humanos.
Capaces de comprender que los sueños
son necesarios, para entregarnos a
los que necesitan nuestro abrazo.
Como cálido viento son tus versos
que  atrapa mi corazón. Tan necesarios
como el sustento que mi alma necesita,
por la libertad que brota de ellos…
24/04/17
Antonio Molina Medina

"Melodía de caricias".


“Buenos días divinidad.”
Ayer fue un día más bien sensible.
Comimos con mi nieta y una prima segunda mía que,
está resucitando de la muerte de su compañero.
Aquí estamos de paso y nadie decide cuando se cesa el respirar.
Pero menos palabras dolorosas y más recuerdos jugosos.
La vida continúa y hay que cogerla con la fuerza que dan
los sentimientos. Y tú de eso sabes tanto….
Que acudiría a tus clases, convencido de aprender de tus hechos.
Hoy mi mente se rebela, intentando denunciar lugares hermosos
expuestos a una tragedia por un posible fuego tras el abandono total.
Como soy un soñador, suelo recorrer lugares muy hermosos
pero aquí hacen las obras y luego se echan a dormir...,


Hasta que ocurre lo inevitable.
Y si que he tenido sueños amiga mía.
Sueños de juncos cercanos a mi río, envuelto en la sombra que da
tu figura, que se deja notar. Y cada día más profundo, más intenso
su nube, la que nos protege y nos llena de gozo.
Miro los barcos que se pasean por el Estrecho
vislumbrando sus nombres, buscando el tuyo entre ellos,
para dejarme recorrer acompañando a mi alma.
Mi corazón esta embutido en tu cuerpo,
para acompañarte en los malos y buenos sentimientos.


¡Cuánto daría amiga mía! Sólo por escuchar
los sonidos en tu respirar..., y tu abrigar...
Sentirte. Y mirar tus ojos frente a frente,
impregnado por los rayos que desprende tu mirada.
Ya que eres para mí un orgullo, poder mencionar tu nombre y
sentirme muy seguro compartiendo tus versos y el contenido de
todas sus palabras. Que tu respirar se una con el mío.
Y volemos entre nubes con alas de libertad y
sentimientos que nos anidan.

20/04/17

Antonio Molina Medina

"Meciéndote entre mis versos"

“…el agua de mi manantial…”
Sé que te sale del alma.
De tu corazón no hablo,
Que se ha ‘queao’ ‘pegao’
a mi cuerpo y me desgarra
Pues sale del corazón,
Tímidamente, algo mío.
Por lo grande de tu ser,
De tus ojos… de tu boca
que a bocanadas respiro
todos tus versos… tus coplas.


"bebiendo la sangre de tus venas"
Mezcladora de sueños y quimeras,
donde las Ninfas y Gnomos se aposentan,
digiriendo la sangre de sus venas,
acuífero permanente para aquellos
que se deslizan por la esfera de la noche;
cubriendo sus cuerpos con  el manto de
la luna que sonríe y se desnuda
entre cuerpos fogosos que se protegen
con la sombras que arropa su estructura.
17/04/17

Antonio Molina Medina

AMIGOS:

Las cosas han cambiado de lugar.
Las veredas han desaparecido
con el paso del tiempo.
Los manantiales están ocultos.

Los nidos de los pájaros han volado
a otros lugares más humanos.
La intensidad de luz, que antes nos cegaba,
ya no llega ni a las fogatas que surtían el cuerpo.

La apacible mirada del hombre se
ha descompuesto; su arrogancia nos daña.

La soledad se mece incansable
en nuestro pecho e invade nuestra alma.

Las flores se lamentan de que nadie las mire.
Los ríos son profundos, sin agua que los sacien.

La humanidad bosteza y fenece.
Porque los sentimientos son cascos de caballos.
galopando con furia, ocultándose en la noche.
13/04/17
Antonio Molina Medina


SUS IDAS. SUS RETORNOS

Agobiado por el caos de la ciudad, de hospitales, autobuses, trenes, coches y el asfalto que le rodea se introduce en un tren mañanero. El verano sofocante aprieta sus radiaciones. El sol le acompaña hasta el atardecer en otras tierras, otro hemisferio de gentes que miran su existencia.
Mira hacia  atrás, tratando de olvidar el tiempo trascurrido. Desde los cristales de un coche en movimiento le trasportan al lugar donde un niño aún juega con los animales en la sierra. Abstraído en sus pensamientos, llega al final del viaje con el corazón pletórico de sueños, algunos inalcanzables, donde sus gentes aún deambulan por caminos y trochas vadeando los ríos entre sombras de molinos en ruinas y otros que mueven sus piedras con el liquido acuoso de sus inagotables ríos. Se prodigan los besos, achuchones y sonrisas agradables. Parece que fue ayer cuando el tiempo no existía y el respirar era más saludable. Rebusca entre sus miradas a aquellos que nos dejaron, marcando la historia del pueblo andante. Sus recuerdos cargan sus sentidos y las balas de viento azuzan los lugares donde la luz sigue intacta y el aire es respirable. La noche nos envuelve tras el sol que se esconde… Por la sierra los cabreros recogen su ganado empalizando las reses protegiendo su descanso. Las tenues luces de la ciudad dejan caer su luz. La urbe duerme mansamente o se recrea en  la noche, mientras los buques soplan silbidos quemados, surcando aguas verdes y negras impulsadas por los vientos de Levante.


Cansado, sube las escaleras a sus aposentos. El descanso le está esperando. La noche es sofocante, el calor incomoda su respirar. El cambio de clima aturde su organismo.
La morada está solitaria, es el único humano en su interior, puede gozar de completa libertad.
Asomándose a la ventana busca el promotor de una luz inmensa que se cuela por ella sin posibilidad de apagarla. Sus rayos le marcaban el rostro. Era la luna llena, que majestuosa le miraba, le trasportaba a sus sueños, al mundo de la esperanza, aquellos que desprende su desnudo cuerpo, fortaleciendo su alma; sofocando los suspiros como una codorniz enjaulada cuyos ecos le acompañan noche y día, en este lugar benigno que está curando sus heridas, provocadas por las ciudades muertas de sentimientos y locura colectiva que brotan desde el asfalto, donde la maldad y el egoísmo, es el único fin de aquellos cuyo corazón está instalado en el mundo de la nada.


La luna le da compañía y, su amistad se hace más profunda…, más humana. Le sonríe y le habla, le hace reír y llorar… es humano. Su rostro está envuelto en el fuego de su mirada. ¡Cuánto ansiaba su compañía! Es que la amaba. No sabía su cariño, lo ignoraba.
Las sirenas de los barcos le recuerdan noche y día su continuo deambular por las aguas del estrecho.
Desde su cama, los perros con sus ladridos, el relincho de los caballos atropan el aire y los gallos se dejaran oír compulsivamente a las primeras horas del día y él, con una sonrisa, dejo que el sueño se apodere de su cuerpo, para que reposen un surtidor de sueños.
Liberando su mente de tensiones ocultas que su corazón se trae de la ciudad, esperando despertar con los canticos de los gallos de corral, dentro del hogar en su gratificante soledad.
12/08/13

Se acomodaría en su regazo
envuelto en los latidos de su pecho,
donde será su tierno cervatillo
quemándose, en el fuego de sus brasas.
09/08/13

10/04/17
Antonio Molina Medina

UN PEDAZO DE SU VIDA

Hoy he pintado, encalado
de blanco las paredes.
El techo… un verde como…
Hierba de su huerto.
La mesa como siempre,
limpia hasta sus cajones.
Y las sillas brillan
como el oro en tus bordados.

La puerta no tiene cerradura
pero sólo con mirarla
sola se incorpora a tu brisa.

Hoy he puesto el corazón
y el alma para limpiarla.
La silla y el armario
con los recuerdos
que tú me dejaste.




 “Cuando te recuerdo”
Son recuerdos que abrasan,
que atenazan mi cuerpo y dan
alas a mi alma y la hace de fuego...,
Y la siente con calma..., la calma.
Son tus letras de sueños, las que
brotan sus dedos, las que sangran
por dentro…, las de estrellas
que le hablan.
06/04/17

Antonio Molina Medina

"Araño las sombras y emergen sierras"...

Pobladas de recuerdos, de amapolas silvestres
y de almas que un día habitaron sus anhelos
que hoy, caprichosos, pones en movimiento,
cargadas de razones, de verdes versos que
incipientes se apoderan de su mente,
en sus horas de invierno.
10/09/13

LAS CUERDAS
Cuando José mima
las cuerdas de su guitarra,
sus notas inundan y salpican
la brisa de mi mente
mientras se acurrucan
en mi almohada
mojando mi cara.

02/09/13
03/04/17
Antonio Molina Medina