Deslizando con pericia los
pies por la escalera
Siento como vibra mi espíritu
en mi interior
Fluyen los pensamientos,
el corazón late con fogosidad
El cuerpo se contrae de
complacencia
Noche feliz e iluminada por
el gozo
Acompañado de la luna que me
alumbra
Es fiesta es en mi ciudad,
-que tanto añoro.
El permiso paterno me ha
otorgado
La música el jolgorio me
espera
Para poder solazarme como un
mozo desmadrado
Aquella juventud que me
acompañaba
Que deje marchar sin darme
cuenta.
Las luces ya se apagan –es la
vida.
El tiempo se pasó –no hay que
olvidarlo.
No se puede quedar uno en el
tiempo
La vida se consume sin
quererlo.
Antonio Molina