LA VERDAD


Chorrosquina. El Cobre Algeciras.
Quién sabe será la pena que poco a poco dejo que escape de mi corazón, ya que los senderos de una tierra ¡mi tierra! se cierran poco a poco, y la ventisca quizás… (digo quizás) este limpiando mi rostro y mis ojos se dejan guiar por otros horizontes, tal vez inciertos, pero con alguna salida para mis ilusiones, ya que de ellas vivo y me mantengo.

 Poco a poco la claridad costosa, pero real, llega a mis sentidos y siento que los seres que eran mis pensamientos se están disipando y son suplidos por otros, humildes, como yo me sitúo: los que comparten mis ideas y su humanidad me arropa los sentidos dejando que fluyan nuevos perfiles de esperanza.

 
Basauri. Bizkaia.
Un día te dije que, para mí, Orduña era mi Ciudad y lo sigue siendo y la sigo viendo (sin personas, sin humanos) en este norte de una España cuyos paladines nos están ahogando y enfrentándonos para otro enfrentamiento entre hermanos y entre naciones. Y todo por el poder… Y, triste, pero real… Andalucía ha sido la primera, la inculta y hermosa tierra a la que amo… pero, dejo ya de pensar en muchas de sus gentes (algunos se salvan, aunque a nadie le importen mis pensamientos) y comienzo a ver a mi tierra hermosa y bella, pero sin personas ya que los animales la defienden y la defendemos allí donde nos encontramos. (y digo bien ya que, admiro a los animales que comparten mi tierra.)

Estación Indalecio Prieto. Bilbao
Me quedo con la palabra… las palabras ya, que, sin CULTURA, no es posible que un pueblo camine y veo que cada día las antiguas veredas son suplidas por grandes autopistas donde todo pasa trepidantemente rápido. Y sus gentes se aferran al caballo de oro, con la complicidad de los que defienden a un dios, incoherente y falaz… que ya no me atormenta, ni me dice nada, ya que somos y seremos libres para seguirle a nuestra manera sin cuervos que nos saquen los ojos y la conciencia.

Si te diré que no soy nada ni quiero serlo, ni lo pretendo, pero, me siento libre y digo lo que siento y pienso y hago.

 
Estación Indalecio Prieto. Presentación del poemario... GRANADA
Seguiré luchando por esa mi tierra desde mi destierro… y aunque me ofrezcan el oro, no dejare de sentirme lo que siempre he sido y seré: ¡un andaluz cuerdo! y seguidor de aquellos que nos dejaron estos y otros recuerdos. Y esta forma de pensar y ser que a ellos les debo.  

No es una despedida es una forma de quitarme de encima y dejar a mi corazón que decida y sea libre mientras viva.
10.02.19
Antonio Molina Medina