 |
| Cañada Rosal-Sevilla-Andalucía |
“Yo también pinto e inspiro a los fantasmas alma eterna: desdeño el verso que suena y no crea, porque Febo me dijo: yo a Fidias y a Apeles guié con mi lira.”
Ugo
Foscolo.
Cañada Rosal-Sevilla-Andalucía
El final del
camino
Cuando su vida está ya por terminar, se medita
entre envoltorios confusos. Comienzas a darte cuenta de que tu tiempo se está
agotando e intentas compartir tus alegrías y penas con la buena compañía que
siempre estuvo presente. Oh quizás solo fue un sueño deseable y ya, poco a
poco, tu mente se alarma por la alteración de sus sentidos, ya que su
disolución se comienza a ver ciertamente; aunque esté invisible, está presente.
Con la luz se hace la claridad más fértil y sensible mientras que la oscuridad
solo consume sus ideales, dejándonos secos de lágrimas y de ciertos instintos
manoseados, obstruidos, haciendo que el mundo deje de alumbrar
ya que su luz se fue secando, apagando y dejándonos los sentidos tiritando de
frío que, inexpugnable, se acuesta a su lado dejando de mecernos y sin acomodo
que sacie su alma en todo instante.
Cañada Rosal-Sevilla-Andalucía
De nuevo, te abrazas a los poetas que dejaron
su vida para que en este mundo brillase la verdad en todo instante; pero supo
acarrear los brazados de leña seca para esa hoguera de versos y palabras que se
encontró entre las hojas de sus libros, llenas de golondrinas negras, muy
negras, y con sus trinos alegraron el alma leyendo, absorbiendo las notas con
sus canturreos; apoyando su cuerpo como piedra dura, y nunca
olvidándome de cuando amé sin perjuicios. Y vi todo lo visible que me
encontré, por los caminos, sediento de sueños que prevalecen, sin fisuras, en
el fuero interno donde son capaces de despejar de lamentos mi intelecto; que
solo vivir, amar, sentir, tocar y ver sea el objetivo para vivir.
Cañada Rosal-Sevilla-Andalucía
Sentir el calor en su conciencia, será mejor que el frío del infierno. El cielo se está cerrando para la verdad sin uso, pues la mentira se balancea por las naves de la discordia, del odio, del desamor y la falta de cultura. Antes veíamos los animales sedientos de caricias por los prados de nuestra conciencia y hoy, son ellos los que huyen del ser humano oliendo su mal instinto.
Cañada Rosal-Sevilla-Andalucía
Ni el sol calienta con calma; se hartó de
nosotros y solo nos quema ante la destrucción de nuestro hábitat, mientras la
vida se escurre sin tregua, ante nuestros ojos buscando una vida mejor con más
poder y alhajar que poner… sin mirarse al espejo donde encontremos nuestra
propia caricatura de ser humano ya que ahí veremos la dicha que perdimos o
el acierto de nuestro vivir.
Cañada Rosal-Sevilla-Andalucía
Puede que la lucha en la que me introduje sin
espada, ni fusil, solo con un folio en blanco y un atril para sonorizar esa
forma de vivir. Esa tinta que invertí emborronando ese paraíso con su fuente
fresca y clara. Las frescas aguas de sus ríos, justificarán su forma de vivir,
y que sigue amando aquello que perdió, porque nunca se deshizo de esos
principios donde la austeridad del momento caló en su pecho a fuego lento, y a
sabiendas de la dureza del camino, observando y observado por esas rosas rojas
de sangre que nos gritaban: ¡basta ya de desventuras humanas!
Cañada Rosal-Sevilla-Andalucía
Cuando éramos chicos,
las chozas eran muy grandes.
Los árboles por la vereda
nos acosaban con sus ramas.
Los perros eran leones
y nos comían con sus fauces.
Los sueños eran reales y
Entre nosotros reíamos,
guardando nuestros secretos
Entre murallas gigantes
y tapias acuarteladas.
 |
| Cañada Rosal-Sevilla-Andalucía |
 |
| Cañada Rosal-Sevilla-Andalucía |
 |
| Cañada Rosal-Sevilla-Andalucía |
 |
| Andalucía-Getares |
Antonio Molina Medina
04.09.25