"refugiada
entre las sombras latidos de tu alma"
que
se nutre de la Dama de tus vientos.
De
los sabores de su cuerpo.
De
la luz que desprenden tus ojos cual dos antorchas
mezcla
de rubí y esperanza. Surtidor de almas
que
buscan entre los pliegues de tu cuerpo
el
elixir del placer. La esencia de la virtud,
junto
al laberinto sonrosado donde almacena
tu
cuerpo el valor, la tristeza y el ansia
de
sentirse, enclavado de tus sueños.
10/08/17
Antonio
Molina Medina