LA NADA

Hace tiempo que surgió de la nada.
Cual primicia le entregó toda su alma
buscando libertad.
Hoy te ha palpado con pena.
Ha mirado el reflejo de su rostro que.
triste y cabizbajo soporta la tristeza.
Empequeñecido, el gorrión volaba entre nubes
buscando la seca sombra de su rama
que cruje en su cuerpo de luto por ella.
El viento sigue repicando y la campana de la torre
crepita sin tregua en la plaza.
Son tañidos tocando a diana

entre callejuelas al pie de su valle.

Antonio Molina Medina