TENGO SED EN EL CORAZÓN

Playa de Getares (Algeciras)



La mano se aferra con fuerza al bolígrafo
al papel en blanco que necesita ser garabateado,
con expresiones y temas que fluyen del corazón
sin importadle los lemas, tampoco la condición.
 
Quizá sean las vistas de la Bahía.
Hoy, más limpias sus aguas
por el poniente que azota lanzando
con fuerza el océano en su playa,
¡ay, arenas de Getares! El mar por ti se solaza.

El sol aprieta con furia. Sus rayos queman con ganas,
por mucho que te protejas, seca la piel, quema la playa.
Braman los vientos del sur. El poniente les atrapa.
Un murmullo te enjaeza. Su ser se mezcla, te embriaga.

Alguien llama. Brota un murmullo,
fluye viento mezclando sus bocas,
su aliento le envuelve. Zeus le lisonja
resuena un ‘te quiero’ el levante atrona.
 
El alma se alegra. Los dioses no gritan.
Susurra el alma. Ella les provoca.
Siente su grandeza., la que a ella le sobra
orgullosa y sabia, ¡hasta díos provoca!

Le dijo un te quiero que a él le conforta.
Hace tanto tiempo que dichas palabras
Perdió el corazón, las reclama el alma.
Sin miedo a la vida Zeus se las regala.

Los dioses han vuelto. Sobran las palabras.
Resuena su oreja divinidad soñada,
sensaciones vivas que el necesitaba.
Quizás fuese un sueño. El viento ¿le engaña?

Las hadas, los duendes le tejen le atrapan.
Se aferra a la vida, se encontró su alma.
Gozando esa eso que necesitaba y, que no esperaba,
su garra y con garfio ella le brindaba. Anidó su alma.
 
Antonio M. Medina