A UN PINO CAÍDO

 

Sinovas- Aranda de Duero Castilla y León

El escritor no es observador de la vida es: un creador

Pablo Neruda

Sinovas - Aranda de Duero- Castilla y León


A UN PINO CAÍDO

De nuevo la ligera brisa penetra en mi cuerpo, espolvoreando mi rostro de recuerdos añejos y liberados, y jugosos, cual telarañas donde su dueña me sonríe y saluda mi presencia. Mientras las hormigas me saludan desde sus hormigueros… unas cargadas de hojas y otras, las forzudas, con sus granos de trigo a cuestas rellenando con ello sus despensas. Mientras, mis pasos por los pinos caídos me indican un lugar donde reposar.

 

Sinovas- Aranda de Duero- Castilla y León

Degusto mi soledad entre letras antiguas y sueños por realizar…. Pero no estoy solo, ya que una hilera de hormigas pasa muy cerca de mi silueta y trepan y se deslizan por un pino cuyas ramas verdes, muy verdes me recuerdan al maestro Federico el de la Fuente.

 

No hay barandas por estas carreteras de arena y paja, y el río está lejano aporreando un tiempo nuevo de agua fresca y dulce, y nueva. Mientras las Ardillas revolotean de árbol en árbol contemplo su volar ensimismado y entre luces de rayos que me indican que la vida es más sencilla desde la soledad…

 

Sinovas- Aranda de Duero- Castilla y León

Agazapado entre la maleza, los ciervos me observan con cautela ya que mi cuerpo no se agita ni se nueve… es su delirio. Quizás esperen que vuelva el silencio a la sabana.

 

La mañana es limpia y son muy suaves los susurros que se adhieren a mis sentidos los de mis propias pisadas las que crujen cuando se aplasta una rama ya seca, por el tiempo que fue cortada. Mientras el perfume de su hábitat penetra, sensible, por los conductos de sus elevados orificios, dejando que el reposo de su anatomía se funde en ese pino cargado de años, a la sazón anciano endeble y sonriente tras los años consumidos.

Sinovas - Aranda de Duero- Castilla y León


Antonio Molina Medina

18.07.21