COMPAÑERO FEDERICO.

 

Mariana Pineda- Valderrubio Granada.

No… no nos quitaran los sueños.

No podrán con la ilusión de un pueblo.

Romperemos las barreras

que nos impidan caminar.

Los caminos se abren a las pisadas

y el silencio envuelto en los sentidos

en brazos de la ilusión,

comparten los latidos de corazones

que aún viven.

Libres en la primavera de sus vidas

comunicarán las luces de la libertad.

Antonio Molina Medina

28.02.21

EL MUNDO SE ENLUTA

 


Cuando un ser humano reflexiona y se escapa del mundo donde solo encuentra la (mentira por respuesta a los aconteceres de la vida cotidiana, solo le dejan participar ya… fuera de ella. Y seguir esos senderos antiguos dónde la verdad aun existía y el amor rondaba por las cabañas a pesar de que se compartía con la miseria y la ira.

Hoy, sedientos de caricias y de palabras aladas, es más compatible la vida entre las letras que forman sus nombres y dejan al descubierto la miseria en la que vivimos y sin soluciones que nos aporten los que dirigen los pueblos ya que no pueden dejar tras ellos el poder y la ira y, la mentira se hace cuerpo en ellos.

 


Decía G. Orwell:

“El que controla el pasado controla también el futuro

El que controla el presente, controla el pasado”

 

De ahí ese sabor tan intenso que me provoca el pasado, como experiencia para este presente tan opaco y destructivo entre los seres humanos ya que, ni con la palabra, son capaces de atender las necesidades de aquellos que necesitan más hechos y menos verborrea.

Mientras que el pueblo se desangra, ellos se convierten en agitadores sin escrúpulos, para seguir repartiéndose el maná que ya han probado. Mientras el PUEBLO suspira y reclama ese trozo de pan y un techo donde posar sus huesos cuando lleguen las heladas y las noche grises de sus miserias.



Dicen que el sol asoma por la cresta de las colinas enfocando los álamos y la pradera, y que sale para todos los que la habitamos… Quizás sean los Cipreses los que agradecen sus rayos protegiendo y dando calor a las tumbas que cada día se destapan para almacenar esos nuevos cuerpos que  a nadie interesan y, menos, a los que comercian orgullosos, con el vil metal, cual maleza de zarzas con espinas  que se clavan en sus cuerpos desamparados por el retroceso al que nos llevan los que dirigen los destinos de los pueblos de la tierra, mientras los defensores desde las almenas, los defensores de los pobres sin tierra, miran para otro lado y callan en la oscuridad de sus conciencias dejando en capilla sus sentimientos enterrados, cercados en su propia conciencia.

19.02.21

Antonio Molina Medina   

 

Avelino Antonio Basi y Lucía-Orduña, Bizkaia.

Su toca compañera también se ofrece para saciar la sed:

          Si me trae alguien sed, mi fuente en agua

          le da sin impureza, clara y dulce.

                (Iban al-Jatib.)

 

Sierra Salvada -Orduña-Bizkaia

Ella fue mujer con arrojo, su figura apaciguaba a las fieras.

Tenía madera de roble, mujer entregada a su corteza.

Cocinando y horneando el pan de cada día entre animales

caseros, lo mismo que unciendo los bueyes. Nunca se la

cayeron los anillos ni dejaba de dar de comer al ganado.

Era como un esbelto junco, que por mucho aire que hubiese

podía hasta con el de la injusticia. Era una mujer de su tierra.

Su cuerpo y su mente nunca temblaban, ni huía de nada

siempre dando la cara con sonrisa sagrada y su risa labriega.

Las gallinas la acorralaban pidiéndole su pitanza de trigo,

avena o maíz ‘hacinado’.

 

Orduña Bizkaia.

Su compañía era la fuerza que la naturaleza le daba. Nunca

su barco naufragaba. Generosa y fuerza labriega. Seres que

nos espoleaban y a ciegas seguíamos sus pasos, por su

aguerrida y sobria templanza que, enfrascada a los suyos en,

copiosa y tierna morada, dejaba cocer los sueños entre perolas

de ‘papas’, que alcanzaban a todos los que a ella se acercaban.

Su puerta de gruesa madera de dos hojas encajadas.

Era la puerta de entrada a su cielo que se abría a bocanadas,

en que el consuelo se difundía de sus ojos, y con sus manos

expulsaba el infierno de nuestros cuerpos, ya que ella,

con su aliento, nos arropaba, limpiaba nuestro cuerpo y

dejaba su alma al descubierto. Alma que fluía a través

de su sonrisa, que flotaba siempre en su cara y la

trasparentaba con su risa.

 

Orduña. Bizkaia.

Noble corazón que hoy esparce sus aromas a través del

‘boyo’ que expande su helada pureza de la sierra Salvada sobre

la Ciudad la que nos amparó, aún lejos de las murallas y

sus almenas, pero cercana a la puerta que se abría a sus pasos.

Campesina aguerrida, sencilla, de mente fresca... Sana.

Hoy me enorgullezco de todo lo acaecido a tu lado

amparado de tu sobra, donde tantos, nos cobijábamos,

la que se sigue prolongando a través del tiempo trascurrido

el que nunca se detiene y no hay olvido…

Antonio Molina Medina

21.02.2021

SOLO, LA VIDA ES LO QUE LE INTERESA... MUJER-

Lucia Molina Martín. 

 

“¡Sí! ¡Sé de dónde procedo!

Insaciable cual llama

quemo, abraso y me consumo.

Luz se vuelve cuando toco

y carbón cuando abandono.

Llama soy sin duda alguna.”

Friedrich

Adoración Gonzales Martín

Necesita poder viajar en las entrañas del viento; Sentir la lluvia recrearse sobre su cuerpo aterido de frío, frío que con sigilo sigue sus pasos, dejando una huella indeleble sobre el camino andado. El horizonte se confunde entre la bruma de sus ilusiones. El sol mira y se acomoda…y la luna henchida de dicha se solaza con ellos. Duele corazón. Las heridas escuecen entre sus ascuas. A veces se siente como una zarza molestaría, la que trata de quitarla de su alma, para que no le raye su piel ni la de los que aman… Que no oscurezca su hermosura milenaria.

 

María de la Luz Medina

No se olvida que nació con la muerte y ella no olvida y se recrea. Nació con ella y se agiganta. Con los pies en el suelo y la cabeza alta, se olvidó de su muerte, se olvidó de su sombra, de sí mismo, para entregarlo todo a la mujer amada. Con los pies en el suelo y el alma en sus manos, no renuncia a que sus manos le eleven del suelo… Con ellas se aferrará a su brazo, a su cuerpo, a su cintura de cielo. Esa mezcla de carne y de huesos limpiará lo que fuere por seguir a su lado. Ojos entornados saturados de lágrimas contemplan realidades y sentimientos. Él sabe que el acto en sí es una agresión de su cuerpo, un grito desgarrador que en ambos provoca. Explosión  de partículas que se aman por murmullos de pasiones se delatan. El amor consentido ruge con fuerza. Singladura incipiente que constante se aferra a la vida. Vida plena… cuerda, sin hilachos ni fisuras, segura y sin mentiras a pesar de sus torpezas…

 

Ramoni, Pepa y Matilde

Por eso busca en ti mujer y tierna flor, lo inalcanzable… Lo sublime es lo que cuesta… quizás no sea accesible a este ser incansable. Ser mujer… ser hombre… ese es el galimatías que a todos precede. No se debe ocultar lo que al corazón le place, provocado simplemente por ser un ser humano que quiere… les quiere… las quiere… y se complace con todo lo que dice y hace… no hay más verdad que la generosidad de darlo todo, todo… esa es la grandeza por donde transita su alma.

 

Río de la Miel. El Cobre-Algeciras.

Su corazón sigue latiendo, se detiene un instante al mirarla a los ojos. Reconoce todo el valor que su corazón expone. Lo hermoso que es su cuerpo y lo que lleva dentro, un capote de grana, rojo candente como su propio fuego el que, calienta en sus noches de su inmenso invierno… Gracias por todo querida amiga… poco más decir… que el querer es sincero, como a él le inculcaron… sólo eso. Y que su lucha será eterna aun después de muerto, te seguirá queriendo y buscando su cuerpo, generoso y tierno. Nada ni nadie será capaz de desistir del intento… para poder compartir su propio ser, ya que la vida es esa apuesta que todos hacemos al transitar por ella colmado de sentimientos.

Antonio Molina Medina

18.02.21

ANA… CATALINA… PREVALECEN Algeciras…

Catalina Medina Trola y Ana Medina Trola-
                                                El Cobre.. Algeciras.

La máquina del expreso ruge por su tronera al pasar por la curva de la Cañada de los Tomates y bajamos los cristales de las ventanillas para posar nuestra vista en el número uno de sus fincas… Los brazos se mueven en la distancia a lo que contestamos con gritos y gestos de alegría.

La estación está repleta de viajeros y algún familiar nos esperaba con agrado… Entre abrazos, besos y lágrimas volvíamos una vez más como todos los años a nuestros orígenes. Cargados de bártulos, una familia con sus allegados caminábamos por el balastro de las vías con destino a Pajarete mientras el río de la Miel lo veíamos a nuestra derecha circulando sus aguas con muy poco caudal. Llegamos al puente del rio y cogemos a la izquierda una vereda que nos lleva a la puerta del número uno, la finca de nuestros familiares… más abrazos y besos y lágrimas… Parte de la familia se quedara con sus tíos y primos y un niño ya grandecito tiene que seguir rio arriba por la vereda de la trocha pegada al rio dejando a la derecha la ‘rejanoza’ y pasando por el "chaparro de los asientos" cuyas raíces se nutrían del agua de su río que estaba adornado desde Pajarete hasta el regajo, antes de llegar a la era de Baltasar, de una hilera de chaparros  que nos asustaban de noche ya que nos dejaba ver nuestra sombra detrás,  hasta que llegábamos al Cobre y luego subir por la vereda hasta ‘Chorrosquina’ finca donde me quedaba a pasar el verano y donde habitan otros miembros de la familia. Pero, esta vez no voy solo, me acompaña su madre ya que un sobrino suyo ha dejado la vida en Melilla cumpliendo el servicio militar por una operación de apendicitis y por abandono, se bebió un vaso de agua del compañero, cuya cama estaba al lado de la suya en el hospital militar y fue mortal sin haber expulsado la anestesia, y cuyo cuerpo lo enterraron en el cementerio de Melilla con la tristeza de sus padres y hermanos, que ni siquiera les permitieron acudir a su funeral.  Y por ello me acompañaba mi madre ya que ella y nosotros no habíamos visto a la familia después de tan lamentable pérdida.

 

Ana Medina y Antonio Molina El Cobre Algeciras.

El encontronazo fue brutal. Era la primera vez que un niño veía a mujeres de luto muy negro y con la cabeza y el rostro cubierto de un manto negro muy negro, entre gritos y llantos nos recibieron. Fue mi primera experiencia de tal acontecer del que no entendía nada, ya que hacía casi un año que el primo había fallecido. La costumbre era  ley para el sur de Andalucía. Mis tíos tenían que estar cinco años de luto, por su hijo muerto, así como sus hermanos.

 

Catalina y Antonio El Cobre Algeciras

Era finales de junio y la fuerza del sol torturaba nuestra vista;  el dorso de la mano la usábamos para cubrirnos de sus potentes rayos que venían desde el estrecho de Gibraltar cuando nos levantábamos, Y yo me preparaba para esperar lo desconocido, ya que cada año era más maduro y tenía que comprobar la reacción de la familia con tu presencia.

Y aparecieron mis primas Ana, Catalina, Lola, Mari luz… Y era observado escuetamente por todos. Ana y Catalina, me abrazaban y me mimaban… Fueron dos ángeles para ese niño, quizás un poco asustado ya que a mi madre no la vería en un par de meses y por mucho que me decían que bajase a verla, yo desistía de ir, por miedo a que me dijese que me quedase con ella… Y yo disfrutaba en el lugar, con los caballos y burros y todo tipo de animales caseros. Cavar en la tierra fértil de la finca y  recoger, como uno más, los haces de trigo de los campos para depositarlos en la era para su trilla.

 


Y surgían las enfermedades. Y, a nuestra edad, solo teníamos a los curanderos, como el señor Miguel,  que además era uno de los cabreros de la zona. Además estaban ellas: Ana y Catalina, dos pilares que adornaron mi niñez que no olvidaré nunca por su entrega a los demás y más a la gente menuda.

Las fiebres nos atacaban, y los granos de pus que ellas nos curaban junto a los empachos de comer fruta aún verde y luego hartamos de agua.  También alguna mujer de la barriada nos ponía alguna que otra inyección, lo que  hacía generosamente.

Ana se casó con Antonio Cabrera y se fueron a vivir a la casa pegada al río de la Miel y el puente del pájaro (donde luego vivió Eugenio y su familia), su propietaria era la Marquesa, cuya casa y finca sigue abandonada un poco más arriba de toda esa vega.  

Ana Lola y Catalina. El Cobre Algeciras.

 Más de una vez, desde el otro puente del Cobre me daban una taleguilla con no sé qué dentro, y me decían: "¡Toma,  antoñillo! Llévale esto a tu primo Antonio y se lo das de parte mía ¡Y si ves a los civiles, lo tiras al río y sales corriendo".

Antonio Cabrera, hombre sencillo y cariñoso, dulce como pocos, que vivían por los aledaños del río, en la finca antes comentada..

Una vez mi madre me comentó "Te vas a reír, pero te voy a decir que Antonio, antes de hablarle a mi sobrina Ana, lo quería yo para mí; congeniamos muy bien, y nos sentíamos muy a gusto  juntos… Pero ya sabes tu mi vida y cuando se enteró mi padre, no le gustó nada y me prohibía verlo Y él seguía detrás de mi… Pero mi padre era muy mala persona y le hacía la vida imposible al muchacho. Tú ya sabes mi historia…

Catalina también se hizo novia de Jaime y se casaron, en principio vivieron con los padre de Jaime  en el Cortijo de Majal-Bajo, que fue de mi abuelo.

Mujeres explotadas por los hombres, sin descanso ni tiempo para nada hasta que se casaban. Tanto Ana como Catalina, tuvieron mucha suerte por los hombre con los que se casaron. Gente muy sana y servicial.

 

Río de la Miel. El Cobre Algeciras.

Quizás la vida nos siga castigando y poco a poco estos seres nos vayan dejando sin que nadie se acuerde de ellos. Así parece que debe ser , según los baremos de los seguidores del becerro de oro.

Este nuevo y maldito año 2021 que ha comenzado, ya se ha llevado a estas dos mujeres. Pero no habrá olvido, ya que pertenecen al libro “Mujer andaluza nacida para sufrir” Recuerdo que inundó mi alma y no podía dejarlas en el olvido. Por qué solo los poderosos reyes y sus familiares están en los libros… En este pequeño libro están sus corazones insertados con el mío para toda la eternidad.

12.02.21 

Antonio Molina Medina




¿RECUERDAS JOKIN…?

 

Sinovas Pedanía de Aranda de Duero.

Me acuerdo cuando vivía momentos junto a la candela, rodeado de seres que amaban la tierra, respetaban sus formas y gozaban de ella. Los niños jugaban a tabas, a cuerdas, a cromos, con aros, de hierros, con sueños y estrellas. Los ancianos sentados al fuego, removiendo las ascuas, muy lentamente. Contándonos historias de guerras pasadas, de contrabandistas, y de sus correrías, por mar y por tierra, las que nos conmueven. Era nuestra historia, la de seres que amaron, lloraron, rieron, contándonos sus penas y también sus dichas que, aunque fueron pocas también nos hacían sonreír de dicha.

 

Plaza Alta Algeciras.

¿Te acuerdas hermano? La última contienda que nos apartó de la propia tierra. La vida cambió. Morir para no volver a nacer. Sentimos sus vidas. Perdieron su tierra que hoy huele a podrida. De esa podredumbre brotó savia nueva. Germinó semilla. Nació cuna nueva. Su risa y llanto se mezclan, helando las venas ¡Maldita miseria que quema! ¡que duele! La del pan anhelado de palabras llenas. La lumbre que arde le quema al poeta. La fiera lo atrapa, lo engaña y se quema. No pudo evitarlo: le atrapó la hoguera.

 

Jokin González y Antonio Molina

Mientras la gente volaba con ansias de libertad hacia la ‘Hacería’ en ‘chalupita’ de nuez por la ría, donde estaba instalada aquí en nuestra Villa. Poderosas alas las que nos envolvían; no la nube negra, ¡tormenta maldita! Mikel nos aupó a su cumbre. Dimos vida a ‘Goitisolo’ la que su dama nos mostró, libre y soñador. ¡Que no murió! ¡Que es mentira! La música nos envolvía, nos atrapaba tu voz de soñador de almas, que denunciaba que la vida no es ya vida.

 

Majaralto El Cobre Algeciras 

Noche mágica, ‘Hacería.’ Los sentidos se elevan cada día; se palpan en el ambiente. ¡Soñar no cuesta nada, ‘redíos’! Diría un chaval de caserío de Orduña, el que nos enseñó a vivir el día a día. Que el sol es de todos. Que no cuesta nada. Y el aire, de momento, es sin propina. Dejadnos soñar ¡Coño! Dejadnos en paz. Queremos vivir sin doble moral. Idos a otros lugares, donde os quieran más.

 

Sinovas Aranda de Duero

“Soy agua de tu lluvia”

cual ola que me envuelva y

que inunde mi cuerpo con palabras afiladoras,

las que suavicen mi piel y la hagan segura,

y fermentan los brotes, tanto sol como luna.

Que la luz no se esconda incluso en su partida.

Que los ojos nunca se sequen y a la verita de tu río,

y que el manto verde de tus sueños se agigante.

Y en su plenitud… nunca dejes de ser vida,

sueños plagados de aromas del perfume que respiras.

Antonio Molina Medina

2020

EL OLOR DE LOS CAMPOS: FEDERICO, ANTONIO, WALT WHITMAN…SUAVIZAN MI MENTE Y DA FUERZA A MI ALMA…

 

Antonio Molina Medina- Chauchina. Granada

En el despertar.  los primeros recuerdos. El aroma del campo puebla aún mi respirar que, silencioso, penetra en su cuerpo desde la cercanía de los pastos recién segados del trigo y la cebada  donde el calor aprieta el cuerpo y libera mi alma, desde la que se precipitan desde su frente, hoy ya arrugada, fuerte regueros de agua salada cuya gotas son recuerdos de la mar que camina por su cuerpo... Pensamientos que se diluyen por su organismo, añoso y ya estéril que dejaba vociferar a su carne cubierta por las arrugas de su piel.

Mientras de la tierra se evapora ese olor a tierra abonada, cuyas sustancias dormían fermentando en sus entrañas la próxima cosecha, cual sangre caliente que altera los sentidos  los que, fogosos de salud, deja al descubierto las raíces de sus versos, cual grano almacenado en los molinos de su inteligencia.

 

Río Nervión. Orduña Bizkaia

Algunos seguimos buscando con insistencia a la Madre Naturaleza. La que nos dio la vida y, a la vez, la que recogió, ya repleta, los cadáveres que aún infectan las praderas,  revolviéndose entre tierra ciega que calienta sus cuerpos donde brotan de sus surcos las cosechas.

Quizás los turbios campos repletos de restos antiguos, de seres hambrientos de libertad no conseguida cuyo hedor adormece sus pensamientos por la carne corrompida y olvidada... Mientras, las huellas de pies descalzos… zapatillas de esparto... dejan sus sueños al descubierto mientras camina. Y no hay engaño en sus pisadas, evitando pisar a los minúsculos animales que pueblan por la sabana entristecida, repleta hoy de viñedos y de espigas de grano salvador y volátil que aún nos acompañan por los campos y los prados… mientras, algunos granos, el arado los cubría de ilusiones esperando copular envueltos en tierra bien oxigenada, adonde posaran sus cuerpos  hediondos en los surcos que aporrearon su cuerpo al compás de la luna que nos acompaña.

 

Sinovas. Aranda de Duero. Castilla León

Aunque los cielos dejen de tronar y el manto frío de la escarcha nos observe, germinarán los campos que serán poseídos por las tormentas, y el astro sol dejara sus rayos para aportar su calor que la hará fecundar,  dando paso a los brotes verdes que cubrirán el manto inmaculado de la tierra fecundada. Y los huertos que circundan las aldeas donde tallos verdosos y tiernos brotarán, sacudiendo la tierra sus semillas: judías, habas, garbanzos… cebollas, alubias, lentejas…  Y capullos primorosos de las ramas de los árboles frutales darán paso al ruido de mentes saludables sonrisas, cuyas muecas transformarán sus rostros curtidos y labios gruesos, apretados para sentir en sus cuerpos el escalofrío del viento frío que se adueña de sus humildes hogares.

 

Orduña Bizkaia

Y vuelve de nuevo la primavera, y las aves revolotean por el campo y sus hogares. Y los ciervos brincan por la estepa dejando sus berridos entre la tierra fértil, y los nidos se plantan entre las espigas junto a las ramas nuevas de los sauces y pinares y árboles frutales.

 

Las cuadras se pueblan de nuevos habitantes, inquilinos deseados para la comarca: caballos, becerros, ovejas  y yeguas apareadas, junto a las ovejas con una nueva cría en sus entrañas… formarán la nueva tropa en las cuadras.

A la sazón, los surcos de tubérculos brotan a respirar su nuevo ciclo de vida y sueños… Blancos, verdes, verdes oscuros, brotan de sus asentamientos, donde las aguas y el calor del astro sol los hará retomar su salida y crecer hasta su madurez, recibiendo de ellos su alimento y lucidez. También los surcos del adormecido maíz se elevan sin pausa, esperando que de su tronco rompa el fruto que manara ante sus incrédulos ojos, como las lágrimas que brotan de las cepas de viñedos en su nuevo renacer.

 

Sinovas Aranda de Duero. Castilla León

Y siguen surgiendo los sueños de los labradores, a pesar de que la tierra almacena cuerpos putrefactos que un día cubrieron sus cosechas… Quizás hoy se repueblan las semillas que sus cuerpos recogieron; esas partículas, sedimentos de la sombra de sus cuerpos, mientras los vientos aflorados limpian la hiel de sus campos, dejando ese abono cómplice de efervescencia, donde el engaño sea una anécdota invisible, y el fuerte viento nos lleve ese amor fertilizado, limpio de impurezas, de aquellos campesinos que aún se aferran al arado y dejan en los surcos verdes, en las palabras cual placer para sus gentes… Apartando las lenguas viperinas que entorpecen nuestra convivencia para que el ser humano camine desnudo, como vino, con la paz y no la fatiga.

 

El Cobre. Algeciras

Aunque su corazón desnudo ante el mundo sea un manantial de agua depurada de maleza, que no implica la fiebre que altera los enjambres… Los que depositaron en él mentes aseadas, agua de pozos y manantiales de las aberturas de la roca: si bien tenga que apartar de su boca las zarzas, donde las moras de colores endulcen sus labios comprimidos que, ardorosos, se solazan del fruto de la tierra, mientras que las viñas se acercan al paladar entre granos y briosos racimos, chorreando por la comisura de sus labios el caldo enfurecido e incontrolado, al romper los granos de los que su paladar se apropia, enfurecido en sus caricias.

Pero existimos con la tierra muy removida y airada y los hogares vierten las cenizas por las ciudades. Y, de los parlamentos, solo injurias y mentiras nos mandan airados, entre los sollozos de la ciudadanía que los contemplan.           

 

Ermua. País Vasco

La podredumbre mana una vez más del ser humano que, enquistado, nos ofrece su peor cara… Y hasta los muertos se revelan en sus tumbas, cuya cenizas siguen esparcidas por la llanada. Y la corrupción del ser humano sigue girando en el círculo de los escándalos, ya que el pueblo, poco les importa - A algunos de los que predican enseñanzas. - Mientras, una vez más, ese Dios que nos inculcaron, sigue oculto y cada día es más visible que o que es una ironía más de los que dominan nuestras vidas.  La explotación está bien visible en nuestra sociedad y hasta  en nuestros campos brota el hedor de cuerpos que retornan a nuestras mentes, ya que sin justicia nunca podrán ser visibles en nuestra sociedad.

Casa museo de Federico G. Lorca. Valderruvio-Granada

El hombre que todo lo domina… que todo lo maneja a su antojo… Está creando una sociedad de despojos humanos… mentes sin sustancias humanas… donde la vida no les sirve para nada. Mientras otros acumulan las riquezas… amasan fortunas que no podrán llevarse en su maleta, ya que la nada y la paz serán los únicos ropajes que llevará nuestro cuerpo… ya sin fronteras…

Envueltos aquellos en la nada, y sin maleta ni lujosos ataúdes, que les guíen.

20.10.20

Antonio Molina Medina

GRANADA

 

Casa Museo de Federico García Ñorca- Valderrubio Granada

Granada, cansada y triste, se levantó una mañana. Brotaban lágrimas del Mulhacén y de la Alhambra. Ha muerto Enrique Morente. La Vega queda silenciosa, sin habla. Por los recovecos del alma se apagó su voz de grana, sin tiempo de asimilar la grandeza que brotaba del fondo de su corazón palpitante y con ansia.

La Alhambra de Granada

Hoy llora toda Granada, y los pueblos de la Vega le ofrecen ‘tos’ sus caudales, las acequias, sus moreras, torrentes de agua muy clara. Su sombra recorre por su Vega. La campana de la Vela repica triste, atronadamente humana. Él va bebiendo su agua, trago a trago que de la tierra brotaba. El Albaicín le contempla como se eleva su alma que lleva en sus alforjas llena de corazones que hablan… junto al agua de la nieves de su Granada.

Pepito de la Mor. casa museo Ferico García Lorca Balderruvio. Granada.


Antonio Molina Medina

03.01.21