Una
ola de frío recorre su cuerpo,
hoy se
siente aterido y busca
su
consuelo,
ya
sabe su locura,
quizás
un ser incierto;
pero
es lo que es.
No descubre nada nuevo.
Se
libran batallas;
se
ganan, o se pierden y
en su
soledad ya no siente miedo,
solo
la tristeza embarga su alma,
se
hace más humano y
se
siente solo en este mundo
de
hojas y escarcha.
Este
volcán que le surge
del
interior, ¡tan extraño!
No
percibiendo como acabará
todo este
entuerto
pero
sin cejar en su empeño
de
seguir a su lado con
cordura
y acierto.
Ya
nada le importa,
sabiendo
que no sabe lo que es,
todo
le sobra,
su
soledad es su fuerza y
la que
le consuela.
La
lucha es muy dura;
el
camino amargo,
la
senda difícil y dura.
la
ruta por la que transitamos.
15/12/16
Antonio
Molina Medina