SU RESPIRAR

Lucia Molina Martín. Mi nieta.
 
Hola preciosa y el aire...

Reposo mis dedos sobre el teclado y sus yemas se dejan de llevar por

los pensamientos y susurros que resuenan en mi alma.

La verdad y no la mentira suele ceder cuando tus pasos dejan a la

deriva a su cuerpo y, ágilmente, se sabe rebobinar a tiempo a pesar de

sus fantasías, ya que los lobos en las sombras se embravecen y se

apropian de los sonidos hechos palabras y se dan un suculento festín,

aun en su ferviente invierno que hoy camufla su cuerpo, y sus ojos se

sonríen a pesar del momento.

 

La luz es hoy más intensa y más sutil, y los cerezos están a punto de

dejar el paisaje repleto se sueños y digno de palabras que florecen

hoy incandescente, se arroja al abismo, donde la vereda se afianza

en su ser, catapultando, palabras engarzadas que libera su corazón

en-saetado de recuerdos, de vivencias hechas ascuas.

30.01.19

Antonio Molina Medina