EMERGIÓ LA LUZ EN EL CALOR DE SU CUERPO


Caminábamos de noche porque nos robaron la luz de los deseos.
Nos hicieron estatuas, ya que dicen salimos del barro.
Nos mintieron y inyectaron nuestros cuerpos con  el sabor a miedo.
Nos enlutaron los sentidos con el negro, negro del veneno.
Pero la luz de la candela seguía almacenada en nuestro cuerpo,
buscó una rendija y explosionó cual parto repleto de sabores y
olores.
La rosa de los cuerpos pobló su mente de esponja y se hizo de lienzo
su cuerpo, cuya imagen colmada y sexual azuza los sentidos,
(hoy ya permitido, dejando las tinieblas y los ritos. )
Mientras las cucarachas mordientes,
se desinflan ante la muerte, dando libertad a nuestro cuerpo;
despejando las dudas de mal gusto y dejando volar con alegría
el jolgorio que da libertad a los sentidos y es capaz de doblegar
y hasta reparar las miserias, que, acumuladas, introdujeron mentes infieles,
sesgando nuestro cuerpo, deshumanizándolo de sueños
ocupando cual carceleros los sentidos de su cuerpo.
17/06/16
Antonio Molina Medina