Y ME PUSE HA HABLAR CON UN ANCIANO...

 


Querido abuelo Antonio: Hoy traspasó la puerta del olvido y busco tu silueta entre el barro y la maleza donde te depositaron, en un hoyo cualquiera, sin nombre ni apellidos; quizás te sorprenda de que siga recordándote, aún sin haberte conocido, por la ausencia de tu cuerpo después de una guerra fratricida donde, al amparo de la noche nochera, en nuestra Vega te sacaron a declarar para matarte como un cordero cuya sangre sigue caliente entre los que te recordamos, por aquellos que dejaste esperándote para la cena… como así le dijeron, para la tranquilidad de tu familia…. Pero no... no volviste.  Ni para acordarte de tu fuente, ni del puentecillo que cruzabas pasando el riachuelo camino del Genil, con la mula a las tierras que labraba.

¡Por cierto! No sé si sabrás que tras tu muerte, a tus hijos los echaron de ellas, hombres con los fusiles de asalto, ya que los jóvenes cavaban la tierra y podían enfrentarse a las balas como las que atravesaron tu cuerpo… Además, te diré que tu hijo se tuvo que marchar del pueblo porque los que te asesinaron, cuando él pasaba se vanagloriaban de tu muerte y se reían de él… y de tales aconteceres no le quedó otro remedio que escapar a otras tierras con su madre… tu mujer…

 


Dura realidad para ella…¿No te parece?, y para tu hijo. Dicen las malas lenguas que casi se vuelve loco… y lo entiendo. Tener que soportar esos excrementos de seres cada vez que salía del pueblo sentados en espera de poder reírse de los que perdieron la contienda.

Pero, abuelo, ¿a quién se le ocurre, al comienzo de la contienda y después de que  fusilaran a nuestro poeta Federico, ayudar a los que quedaban en la pedanía… ricos y pobres? Ya que: cuando entraban unos avisabas a los que tenían armas para que las entregasen y cuando entraban los otros hacías lo mismo… ¡Ya te vale chavea! Pero lo más curioso es que no te mataron los pobres, republicanos, sino los terratenientes de la Vega…

¡Ahí, coño…! ¡Si fueron los mismos que mataron a nuestro poeta Federico! Ya que la “escuadra negra” rondaba por los caminos, obreros 'amaestrados' sin CULTURA y con mucho odio, ya que querían ser ricos como sus amos.

El tiempo está de paso y, a veces, se detiene para fijar las imágenes que están fijadas en los libros y un día, uno de tus bisnietos por parte de tu hijo, me regaló unos libros donde leí con mucho acierto lo que a ti te sucedió. En esa noche fatídica, cuando te sacaron antes de cenar se llevaron contigo a 13 personas y, entre ellos, una mujer y su marido ¡recién casados!


- "No venga con nosotros  -le decían a la señora. - Que donde va su marido no va a volver" - le decían.

Y ella les contestó: - "Donde vaya mi marido voy con él   no me bajo del camión."- Les contestaba.

Tu mujer (mi abuela) me lo contó de muy niño y yo lo pude corroborar cuando me acerque, ya de mayor, y estuve hablando con un sobrino tuyo y me lo confirmó. Lo  mismo que un amigo de tu hijo que, parece ser, acudieron por la noche ya cerrada a retirar tu cuerpo a las afueras del cementerio, ya que los habían enterrado solo con piedras para luego cargarlos en camiones y tirarlos como si fueran basura.  Pero estuvieron a punto de morir, ya que los pillaron in fraganti, intentando darte cristiana sepultura. Si que te pusieron  "Muerto por heridas de guerras a las 12 de la noche", en los libros de defunción…

 

Estoy cansado, abuelo, de tanta maldad y miseria a la que nos tienen sometidos los vencedores de esa guerra incivil… Sí. ¡Muy harto de los nuevos matones que se han colado en los parlamentos! Alabando la contienda como única forma de vivir, ya que la CULTURA brilla por su ausencia. Y una vez más el pueblo calla y  se deja  pisotear los derechos conseguidos tras tu muerte. El amor está desapareciendo de este planeta,  y el odio se compra muy barato... Y más, a un pueblo que bosteza y sometido por aquella justicia que tu conociste muy poco ya, que vuestras muertes... ¡Ahora dicen, que la merecíais…!  Y que a Federico lo mataron por comunista y masón y ser del partido de los pobres…

 


Pero te vas a alegrar de lo que te voy a decir: algunos de nuestra sangre, seres que engendramos a través del tiempo transcurrido, han visitado a tu pueblo  (mi pueblo, nuestro pueblo) y han pisado nuestro suelo y caminado por él, tras de nuestros recuerdos; Federico estuvo con ellos en La Fuente donde tú estuviste con Él, un día 1 de enero de 1936, para fundar la primera biblioteca de La Fuente, y dejaste (incauto, pero poderoso) tu nombre y apellidos y tu firma en el documento. Puede que te marcase para tu muerte temprana.

Y pasearon por Chauchuina y ‘Romiya’ por sus calles y su plaza para luego acudir a Valderrubio o, quizás te suene más Asquerosa, su nombre anterior, cuando tú vivías.

 

Para terminar en nuestra Granada, transitando por la montaña Roja y su Alhambra.

Seguro que te complace y, de paso, se lo dices a esa mujer que tanto sufrió hasta que la muerte se la llevó, en su destierro por los años de sufrimiento sin perder nunca tu recuerdo ni el de nuestro poeta Federico. Si, te diré que ella me dormía y tu hijo… cantándome sus nanas…  Desde que tú te fuiste, nunca dejó de sufrir y tu recuerdo es el legado que, tan fiel, a mí me dejo… Aunque ya poco me quede de vida, la venda de mis ojos se cayó y dejó al descubierto ese mundo de mentiras y de cultos de inculturas, donde se lavan las manos como hizo Pilatos, dejando morir de miseria a los parias que, amontonados, mueren en las cunetas, sin recursos y de frio… eso si… Decía tu hijo: "Hoy tenemos un plato de comida y que dios se lo dé, al que lo necesite o que se los pida a los que viven hartos".


Espero que no te rías abuelo… pero… necesitaba hablar contigo ya que ha vuelto de nuevo la guerra la que te arrastro a permanecer enterrado en los caminos…Quizá sean los primeros pasos a la locura. Solo sonrío y camino y entre los campos donde está mi destino, y en las frondosas choperas o chaparros de oro puro… amparado con las aguas de tres ríos. Oh en la nueva tierra que he descubierto… una Pedanía en la añeja Castilla, incrustada en su tiempo.

Antonio Molina Medina

03.03.22