DE CUENTOS ESTA HECHA LA VIDA

 

La muy noble y leal Ciudad de Orduña

 ORDUÑA LA CIUDAD

(…) La Ciudad tiene una plaza tan espaciosa como la mayor de Madrid, rodeada de buenas casas, con soportales cubiertos, llenos de tiendas. En medio de ella está la abundantísima fuente de ocho caños de exquisita agua, y de buena arquitectura, que decora su plaza, y sirve de ornato, construida en el año 1745. Ciudad rodeada de murallas antiguas con reductos, baluartes, torreones, y seis puertas de entrada distribuidas por la muralla, (…)

(Apuntaciones históricas de La Ciudad de Orduña)…

-D. José Antonio de Armona y Murga.-

Somos tierra , agua y de barro
Mirando el porta papeles, abstraído en sus pensamientos...,

inseguro y cabizbajo le pareció todo un cuento.

Un cuento de los antiguos; de los de antaño..., caseros...;

cuando en la lumbre colgábamos de las argollas

de la cadena que aún lo recuerdo,

los baldes de alimento para los cerdos y en sus ascuas

los soportes acoplando sus pucheros, encajado

entre las ascuas y algunas llamas…, las que provocaban

los leños por el fuego.

Noches sin bulla y dispersa, de solubles ocasiones,

donde poner la cabeza, para poder comprender los medios,

que eran muy pocos para vislumbrar historias,

de cuentos y de leyendas que contaban sus mayores:

 

Sinovas Aranda de Duero 

Erase que era un canguro, que saltaba por el río,

los pájaros se amotinaban en la cárcel del olvido.

Por la pampa que aún existe los gauchos se amotinaban.

Los jornaleros se duelen cada día que amanece

con el ruido en sus entrañas.

Solo los pájaros cantan.

Y la voz que sale de su boca ya no rompe en la montaña

ya que el eco ha desaparecido carcomido por la angustia

de la maldad que lo atrapa.

De las cárceles sonoras lamentos y llantos.

Ardiendo sin fuego la cocina.

 

Ciudad de Córdoba Andalucía

En la copa de los árboles el viento las cimbreaba,

ni los pájaros se acuestan, por evitar la mañana.

En el cielo rujen entre alas, son los ángeles del cielo 

con sus alas abatidas, buscando solo consuelo.

 

Parque de los Alcornocales fuente del Águila Rio de la miel

En lo alto de la sierra resuenan sonidos de ojos sinceros.

Los matorrales se apartan al galope en el sendero.

Caballito de mi alma, cruza el mar y cruza el cielo.

Ya no tañe la campana, ni las águilas del cielo,

vuelan con toda confianza.

Desde el silencio el que ha muerto.

2011

 Antonio Molina Medina