EL AIRE NOS ESCOLTA

 

Sinovas pedanía de Aranda de Duero

Sediento por la angustia que me provocan mis pasos que, aún místicos y serenos, recorren la profundidad de mi cuerpo y provocan la insistente desazón que recorre mi cuerpo. Mientras mi voz se hace silencio en su propio desierto. El aire siguen pletórico de riqueza dejando que mis pulmones se muden del mal que atrapó su existencia: la de una vida cubierta de musgo que adornó su cuerpo.  Mientras, el aire… su aire, el que me regalaron al nacer y que no me pudieron prohibir en toda mi existencia; el que da vida a mi cuerpo, aún plagado de incongruencias, y  respiro sin pausa. Somos como una veleta en cuanto ella se detiene vivirá sin existencia.

 

Sinovas pedanía de Aranda de Duero

A campo abierto y en ese mundo que nos dejaron para soñar nuestras experiencias. Pero la masa se hipnotizo del murmullo de las fuentes y de los verdes prados, en las inmensas praderas donde pastaban las bestias muy cercanas a nuestras tiendas.

Y nos olvidamos de respirar... Y se perpetraron los lamentos... Cuando el aire se dejó morir por el mal, que se apropió de nuestro cuerpo.

¡Aire mío! Que no pueden comprar ni los pobres ni los ricos. Incautos poseedores de la verdad que aun defienden un mundo sin sus primordiales elementos.

¡Aire mío! Que coordina mis pulmones y deja que mi corazón  se mezcle en su fluido, para poder incordiar mis sentidos. Aunque te ofendan y te degraden, nunca serás un intruso. Aunque te quemen y te maltraten, seguiremos detrás de ti.

 

Sinovas pedanía de Aranda de Duero

Me dice mi corazón, adherido a mi costado, que sigue pidiendo tu aliento. Aún con calor y con frío. Y los cielos me arremeten si no defendemos tus principios.

Suenan las trompetas con el aire de los sentidos. Y a ellos me aferro ¡aire mío! Y a gritos y convulsiones, y sin gritos ni carcajadas, camino por este laberinto de acuciantes palabras de figuras opacas que quieren brillar, aun sin brillo. Y mi figura se rompe en mil pedazos cuando los sueños murmuran inconscientes: ¡a continuar con mi propio destino!

Sinovas pedanía de Aranda de Duero

Me despierto y escucho el murmullo de mi pulso que se acelera siguiendo el soniquete de mi sangre por las veredas de mi cuerpo,  las que ahondadas van galopando por su propio destino.

Antonio Molina Medina

09.05.21