Bodas de oro del señor Félix y Doña Margarita |
¡Qué utopía
pretender ser más feliz!
¡Intentar
conseguir una miaja más
de felicidad
compartida!
Es natural. La
felicidad está vetada
a los que la
buscan con insistencia.
Todos son
quebraderos de cabeza,
Situaciones
anómalas que nadie acepta.
No está
permitido que un pedacito
de felicidad se
cuele en su vida.
Era un
espejismo. No está en la norma.
Un oasis
cegador. Una nube negra llena
de granizo que
emborrona su vista
y entorpece la
mente, que no pueden soportar
que una pequeña
partícula de felicidad
que creía al
alcance de la mano,
se vuelva
torrente de lava
que todo lo
quema, que se convierta
en brasa por el
efecto del volcán
dentro de su
corazón, inaccesible
para el ser
humano
donde sólo
rebuscan un trocito de
felicidad que
les negó la vida.
Antonio Molina
Medina
Todos tenemos derecho a la felicidad, aunque a veces, la vida se ponga en contra nuestra, pero esos pequeños instantes, sí se pueden conseguir, gracias a esos pequeños detalles, a esos gestos cariñosos, a esos granitos de arena que en el día a día los que están a nuestro alrededor nos regalan o regalamos, con solidarios y cariñosos gestos.
ResponderEliminarPrecioso homenaje, y la fotografía me encantó.
Admiración es lo que siento por la riqueza de tus versos.
Un beso.