Ayer temprano me dirigí al campo
y labrando la tierra aprecié tu sonido
en forma de pájaro. Volabas. Reías.
Desde los árboles tú me llamabas
tu voz de las ramas fluía.
Y fue tras de ti buscando tu encanto
Se encontró una rosa, olió su perfume
fragancia de hojas el viento
que revuelve su pelo y le acaricia.
Sublime momento, contempló la rosa,
su amor en el aire. Comprobó
la serena belleza de un alma cálida
con brillo en la piel, que a su cuerpo provoca.
Que el trigo en espiga ilumine tu vida.
Poemas que llenan por dentro este barro
porque el viejo puente, ya tiene baranda
tus brazos, desde la otra orilla.
Antonio Molina Medina
Agradecerte tu visita a mi blog y comentario inesperado por cierto, buscándote, encuentro como delicadamente puedes expresar está maravilla:
ResponderEliminarComprobó
la serena belleza de un alma cálida
con brillo en la piel, que a su cuerpo provoca.
Me quedo en un rincón de tu dulce y tranquilo blog,
Besos muchos, ♥♥♥
Gracias Tramos, por tu géneros comentario.
EliminarVemos con el paso del tiempo que lo único que une a las personas son las palabras, si detrás de ellas están los sentimientos.
Besos
Antonio
Trabajar el campo para después ser verbo y poesía y así poder contemplarlo desde tus letras, amigo mío, hoy he paseado con tus letras a ese campo que me ha llenado de oxígeno, el que brota por tus letras.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias María... Tus palabras las pongas donde las pongas son aliento y belleza que algunos no merecemos. Satisfechos de leer tus versos que son plegaria al viento. Oxigena para el alma.
EliminarUn beso
Antonio