CIUDAD DE ORDUÑA

 

Ciudad de Orduña-Bizkaia-País Basco

CIUDAD DE ORDUÑA

De nuevo vuelves a resurgir. Su aurora se dejó sentir

entre sonidos matutinos, junto a la luz que aparece

por las lomas de su sierra, de los ojos de la Señora,

la que sopla sobre el valle y su ciudad.

Mientras la materia moviente se explaya entre sus gentes,

sonora y excluyente, con el poder de su pueblo donde hoy

place su gente.

 

Orduña-Bizkaia-País Basco

Quizás las espigas que se balanceaban con el viento

que soplaba se hizo fuerte en tu seno. 

No tuvieron fecha de caducidad ya de su historia,

pero su dimensión azulada, seguía planteando las sombras

que guardaban la Ciudad, en el laberinto de las espigas

de donde pacían los sueños entre animales eternos

que, en paz, protegemos.

 

Orduña-Bizkaia-País Basco

Entre árboles frutales y corazones alzados y el cristal

del agua corriente de su río cuya agua consumimos y

lava nuestro cuerpo para sentir lo grato de nuestras vidas,

en esa corriente donde nos acompañaba la condición

insoportable de los tiranos que destruyeron nuestro anidar,

encontrando hábitat seguro entre pueblos que acogieron a

nuestra gente.

 

Orduña-Bizkaia-País Basco

Hoy vuelven a resucitar los muertos entre el aire consumido,

que desamarro lo olvidadizo de algunas de nuestras mentes,

capaces de generar, otra vez, esas veredas de comunicación

de sentimientos que pacen junto a sus bueyes...

mansos y serenos.  Serán en silencio, sus preces.

Orduña-Bizkaia-País Basco


Antonio Molina Medina

25.02.25       

ÉL ERA UN PECÍOLO

 

Orduña- Bizkaia- País Basco

Nos decía Federico García Lorca.

(…) Sean mi pudor, mi sinceridad y vuestra buena fe los tres elementos que formen el aire íntimo y claro donde se pierdan los poemas y ojalá sirvan para elevar y afirmar el ánimo de los que me oyen.”

 

Basauri- Bizkaia- País Basco

ÉL ERA UN PECÍOLO

Él, como una hoja se balanceaba en los brazos del viento.

Era un pobre labriego que se aferraba a su tiempo

De brazos fornidos y corazón ya sufrido

Lo llevaba en su sangre caminando entre su mundo

 

Recorriendo entre la bruma de hijo bien parido

Sería el rey de las amapolas las que, postradas en sus manos,

Hacían relucir sus praderas entre el jolgorio de su naturaleza

Sentado a la vera de sus ríos, movía su alma

 

Seguimos vivos- Alimentado por las letras entre las aguas de su río

Para reconectarse con los surcos que dejaban los olivos

Jugaba a hacer puentes, desvasando las aguas del caudal

De sus olas en las playas sin fondo de donde fue un suspiro

El miraba a su madre que, de reojo le observaba sin

 

Ahogar sus raíces entre vestidos de abrigo.

Su padre se ausentaba por las sinceras sierras

Donde nunca hubo olvido, ya que la reina de

La naturaleza siempre estuvo entre sus trinos.

 

Basauri- Bizkaia- País Basco

Mientras el viejo viento borraba sus huellas

Él agitaba a su tiempo y acelera el no olvido.

Sus juegos se transforman por el cambio de sitio

El sur fue su nacimiento y el norte su fe e

Ilusión en lo vivido

 

Al descubrir entre el polvo de la noche

Esas letras de abrigo que relucen sin pausa,

Ellas le arrullan con esos cánticos suaves

Y generosos, que su madre le susurraba en su oído

 

Basauro- Río Nervión-Bizkaia

Ella soñaba con ser parte de su instinto, ya que de

Cada mirada le incitaba un suspiro entre el canto del trigo.

¿Qué haces padre? - le decía a su viento – 

¿Acaso no estás Cuerdo? ¡entre los claros del sueño!

O quizás el rey de la noche... deje de soñar contigo.

O el resplandor de la noche seque tus lágrimas,

Entre los lagartos y serpientes vivientes

Los chaparros, nogales, hayas carboneras, disfruten

Ya cálidos, ancianos y olvidados para sus gentes

 

El amor perfora su salsa llegando a su corazón

Mientras su padre, con los pinceles del tiempo,

Deja creada su huella que me agarraba de su mano,

Sin daño que me causara ni animal que se acercara

 

Fundación Ferrer- Basauri- País Basco

Velozmente la fuerza de su tiempo, que compartió

Sin fisuras en tres tiempos… apostillas sus dudas

Dejando al descubierto esa salud en su mente

Cuyos brazos dejaron al descubierto

Esa fuerza que le dieron, campesinos de aquí y de allá.

Entre suspiros de alivio, donde hoy descansa su corazón

Entre senderos cubiertos de fresca vegetación.

Fundación Ferrer- Basauri- Bizkaia- País Basco




11.03.25

Antonio Molina Medina