Las cosas han cambiado de lugar.
Las veredas han desaparecido
con el paso del tiempo.
Los manantiales están ocultos.
Los nidos de los pájaros han volado
a otros lugares más humanos.
La intensidad de luz, que antes nos
cegaba,
ya no llega ni a las fogatas que
surtían el cuerpo.
La apacible mirada del hombre se
ha descompuesto; su arrogancia nos
daña.
La soledad se mece incansable
en nuestro pecho e invade nuestra alma.
Las flores se lamentan de que nadie
las mire.
Los ríos son profundos, sin agua que
los sacien.
La humanidad bosteza y fenece.
Porque los sentimientos son cascos de
caballos,
galopando con furia, ocultándose en la
noche.
05/01/17
Antonio
Molina Medina
Hay pocas personas que perciban el olor, el sabor, y la belleza de lo que nos regala la vida, en una flor, montaña, río. bosque o campo. Soy tan observadora que intento quedarme con la esencia misma de la naturaleza en su estado más puro. Te deseo un feliz año lleno de grandes y gratas sorpresas pero ante todo que reine la paz y el amor por siempre en ti.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!!
Cuanta verdad en tus letras, los cambios llegan sobre todo por culpa de las prisas y la ambición de poder del ser humano.
ResponderEliminarQue ya no tiene tiempo de disfrutar y agradecer, la belleza y generosidad de la madre tierra.
Un abrazo.
Ambar