Y yo me lancé a tu río
y me dejé llevar
por la corriente que surge
del profundo manantial
que de tu cuerpo surgía.
El agua que tú desprendes
es olorosa, contagiosa y muy
surtida,
sólo con mirar tus ojos, tu
boca
y tu candor. Tu agua me
trepanó
envolviéndome en su gloria.
Tus besos son imposibles
pero los recibo del aire,
ése que los dos respiramos
revoloteando mi antes.
antonio molina
HOLA ANTONIO. acabo de conocer tu blog y me embriaguè con tus poemas llenos de magia y encanto
ResponderEliminarbesitos desde ARGENTINA
gracias chavala si son de tu agrado me alegro pot ti y por darme algo de vidilla.
ResponderEliminarun beso
antonio
que bello escribes
ResponderEliminargracias por compartir la palabra, ya me he colado en su blogs y me llego su fragancia
ResponderEliminarun abrazo