En la soledad
que me atrapa
en una torre
añeja de recuerdos
me alimento de
la vida que me llena
inundándome sus
recuerdos.
Veo su imagen
sonriente
gratifica la
sangre que le brota
escarbando con
mis manos en su cuerpo
en la tierra
entre Biznar y Alfazar.
La sangre
derramada se me pega
cerrándome las
uñas de las manos
rebuscando
entre las zarzas su legado
su sangre brota
a borbotones
roja, seca,
cercenada de granadinos
que murieron
con él en su Granada.
Batallaron para
liberar al hombre
de su hambre,
de su sed, de su incultura
sesgando cualquier
vida de la Vega.
Los pozos de
agua limpia se agotaron
la sangre se
confunde con el agua.
Se alimentaban
de sus cuerpos doloridos
buscando en
ellos la vida arrebatada
envueltos en la
tierra que perdieron
que les sirvió
de última morada.
Antonio Molina
Qué bonito también es esta blog, amigo Antonio, me han encantado tus versos, así como la imagen, es muy bella.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias y bienvenida al mundo de los sueños.
Eliminarun beso