Ser andaluz es mi destino.
Siempre traté de no
olvidarlo.
Busqué con ansia mi propio
sino
para seguir por mi camino.
En las brozas del camino
andado
siempre pensando en todos
los que me ilusionaron,
sin olvidarme de mi pasado
para poder recordarlo.
Con la ilusión de un día
encontrarlos
en un cruce de caminos,
al final del camino maltratado.
Seré un incomprendido.
Seré un alma errante.
Un loco que busca su sitio.
Allí donde poder cobijarse
junto al final del camino.
Cuando la muerte logre
atraparme,
no nos engañemos, es nuestro
destino,
que nos coja cargados de
ilusiones y
vivencias que podamos ofrecer
al que nos dio la existencia.
Antonio Molina Medina
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