Ateridos pies sin luz
De frío hasta el alma
Divisa cegadora, fulgurante.
La llama purificadora.
La serena mañana
Alumbraban su día
La brisa revoltosa le atrapa
Te arrebuja en su cuerpo,
clara.
La llama le envuelve
El corazón en latidos de lata
Las nubes se disipan, aclaradas
Y la luz se le brisa en su
cara.
El agua del estanque
La tierra se lo traga
Sus pies presurosos
Inyectados de sangre salada
En los corte, pequeñas
semillas
Fructificarán en carne
azulada.
La sangre alborota el pecho
afianza la semilla dorada
las heridas viejas se cierran
Con soplidos que manan del
alma
¡Ay su Aceite!
Con tres gotas le brota su
luz
Y su azul se lama esperanza
Acarreando madrugadas al alba
Con esfuerzo y tesón él se
entrega
Atesorando los calores del
alma
Rojo candente. Carne de brasa
Un lucero entre estrellas
Cuyo resplandor nos atrapa.
Antonio Molina
Admiración siento al entrar en tu blog, amigo Antonio, tus versos siempre transmiten luz y color.
ResponderEliminarEstos días ando un poco perdida por los blogs porque apenas entro por aquí, pero hoy aprovecho para visitarte.
Feliz 2014 y noche mágica de Reyes Magos.
Un beso.
Gracias María...
EliminarYo ando buscando luces... pequeñas lucecillas en la inmensidad del cosmos y encontré una pequeña lamparilla. Un pequeño candil que me da vida.
Mucha felicidad en el 2014 y que ,los Reyes Magos te sigan dando tinta y papel para tus limpias letras.
un beso