EN ÉL ME REFUGIARÉ

Juan M. Bombín 1916- María Mata Padilla 1909- Antonio M. Medina
Acudía a tu refugio por cobijo,
una mañana que no puedo olvidar.
Olía a hierba fresca, recién cortada,
tus canes intuyeron mi pisar.
 
Nuestra entrega es limpia, de azul cielo,
pensamos en vivir, como en soñar
mientras el tren me conduce a tu casa,
juego con los anhelos, por jugar.
 
Las voces que berrean, no me achican
jamás enturbiaran el palpitar,
de la hoja que el río ha recogido
para junto a olas, arrastrarla a alta mar.
 
Él bien sabe que es una diosa,
una rosa que salió de su jardín;
se desnudó, cambió de colorido
y se mostró completa, libre al fin.
 
Liberó un alma, liberto un cuerpo
limpió su mente, dejo abierta su puerta
al calor del pecho de otro hogar
envolviéndoles sus olas en su mar.
Molina Medina
 

2 comentarios:

  1. Qué bellos versos, amigo Antonio, sentir la liberación del alma, del cuerpo, limpiando la mente y dejando la puerta abierta... me encanta leerte.

    Felicitaciones por tu manera de transmitir.

    Un beso.

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  2. Muy bellos versos describen ese momento, a veces muy deseado, en especial cuando el es intante que se vive es bien amrgo, pero esa oportunidad solo llega a su debido tiempo, tus letras como siempre bellas y profundas.
    Un abrazo.
    Ambar

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