Huerta de San Vicente - Granada. |
Llegaste en su
día y te dejaste contemplar.
Miraste curiosa
con una sonrisa en la cara.
Tus ojos
relucían endulzando tu rostro.
Hacían juego con
tu cuerpo,
con el que caminabas.
Todo será
posible
mientras pueda admirarte limpiamente
y poder
reflejarme en tus ojos,
en la niña que
mana de tu propia mirada.
De pupilas, de
luces, de ternura.
Sonrisa sincera.
Sonrisa no forzada.
Antonio Molina Medina
Un precioso poema, lleno de ternura.
ResponderEliminarun beso
Hola amigo Antonio, hace tiempo que no veía nada tuyo, de temporada en temporada os pierdo.
ResponderEliminarya he dado un repaso y no pensé que pasara tanto tiempo, cuando se está ocupado el tiempo pasa volando.
Preciosos tus versos todos, así es como deben de ser las sonrisas, sinceras, sonreír con los labios y la mirada.
Un buen día y un abrazo.
Ambar
Un dulce rostro, una mirada inocente, una sonrisa arrolladora, un cuerpo expresivo, unas pupilas sinceras pintadas desde el rostro de tus letras.
ResponderEliminarMe encantó tu poema y los títeres, me trasladaron a mi infancia, cada vez que actuaban no me los perdía.
Un beso, amigo poeta.