EL ROSTRO

Huerta de San Vicente - Granada.
 
Llegaste en su día y te dejaste contemplar.
Miraste curiosa con una sonrisa en la cara.
Tus ojos relucían endulzando tu rostro.
Hacían juego con tu cuerpo,
 
con el que caminabas.
Todo será posible
 
mientras pueda admirarte limpiamente
y poder reflejarme en tus ojos,
en la niña que mana de tu propia mirada.
De pupilas, de luces, de ternura.
Sonrisa sincera. Sonrisa no forzada.
Antonio Molina Medina

3 comentarios:

  1. Un precioso poema, lleno de ternura.

    un beso

    ResponderEliminar
  2. Hola amigo Antonio, hace tiempo que no veía nada tuyo, de temporada en temporada os pierdo.
    ya he dado un repaso y no pensé que pasara tanto tiempo, cuando se está ocupado el tiempo pasa volando.
    Preciosos tus versos todos, así es como deben de ser las sonrisas, sinceras, sonreír con los labios y la mirada.
    Un buen día y un abrazo.
    Ambar

    ResponderEliminar
  3. Un dulce rostro, una mirada inocente, una sonrisa arrolladora, un cuerpo expresivo, unas pupilas sinceras pintadas desde el rostro de tus letras.

    Me encantó tu poema y los títeres, me trasladaron a mi infancia, cada vez que actuaban no me los perdía.

    Un beso, amigo poeta.

    ResponderEliminar