Noche negra.
Las paredes
sudan sangre
acumulada en sus
arterias.
De los canalones
de su habitación
agoniza la flor
de la virtud.
Sus destellos
son aire en combustión,
socavando la
fuerza de una vida,
por el poder de
la razón.
Antonio Molina Medina
Me encanta la fotografía, y esa cama, la recuerdo la tenían también mis abuelos, qué bueno que me hayas trasladado a mi niñez, amigo Antonio, siempre es un placer venir a disfrutar de tus letras y de tus imágenes.
ResponderEliminarLas paredes agonizan con el paso de los años, las vidas también agonizan y pierden la fuerza de la vida.
Un beso.
Preciosa habitación, pero muy tristes letras.....
ResponderEliminaruna lluvia de besos
El tiempo pasa, el recuerdo deja su huella en las piedras, si las paredes pudieran hablar...cuantas hitorias olvidadas saldrían a la Luz.
ResponderEliminarComo dice María esa cama es de los tiempos de nuestros abuelos, pero hoy en día las hay parecidas.
Un buen fin de semana y un abrazo amigo Antoni.
Ambar.