Con los dientes
afilados
rasgaba el
cuerpo la fiera.
Sus ojos
hidratados
suscitaban sus
maneras.
Eran los vientos
del norte
con frialdad
manifiesta
que su anatomía
suscita.
Las estrellas
apáticas
iluminan cual
linterna.
Entreabriendo
los párpados
descubre entre
veredas, camino del llano,
su sombra como
se aleja
Sonreía la luna.
El sol la anulaba.
Antonio Molina
Medina
Sonreía la luna que envolvía la noche y las estrellas iluminaban sus ojos que destellaban entre las sombras.
ResponderEliminarUn beso.