Del
amor nada digo
y
del querer
no
más mentiras.
Sólo
el agua me lava la cara
y,
mi cuerpo. Se llena de vida
en
sus poros gracias a esta
dicha
entre rocas de esencia.
Mi
corazón ya no cuenta conmigo.
Los
sueños son de fuego y de vino.
Todo
lo demás es mucha vida,
sólo
vida y muerte sin tapujos.
Mi
frontera será,
mi
propia vida.
Antonio Molina Medina
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