Éramos como nuestros abuelos
Jugábamos al corro y a las
tabas
Y el agua de los ríos
nuestros cuerpos limpiaba.
Sus cuentos e historias
nos alumbraban la noche,
para seguir siendo niños
cuando ellos nos faltaran.
Eran mujeres y hombre que no
se
escondían de la nada,
pues era su compañera
de la noche a la mañana.
Soñaban con su futuro
que, la nada les negaba.
Nos legaron tantos sueños y
con dientes apretados,
nos marcaron el camino
nos ofrecieron su amor y
con lagrimas ensartadas
nos entregaron poetas
que a ellos acompañaban.
A ellos debemos agradecer tanto y más. Yo tengo muy buenos recuerdos de ellos, y anécdotas tiernas y algunas graciosas que cuando los recuerdo sr me enternece el corazón.Así como también tengo recuerdos entrañables de mi niñez y de los juegos de aquellos entonces tiempos.
ResponderEliminarQué bonita entrad, me ha encantado.
Un beso.
Paso a desearte un buen fin de semana mientras disfruto de tus profundas y bellas letras, Mi querido amigo es un henor leerte, tantos bellos y sinceros recuerdos que agradecer y guardar, nuestros antepasados son nuestro tesoro.
ResponderEliminarGracias por tenerme en tu recuerdo.
Un abrazo.
Ambar
Mi niñez prefiero dejarla donde pertenece, en el pasado
ResponderEliminarMis disculpas, Antonio, no sé que es corro y tabas
Un abrazo