Da impulso a su cuerpo,
de donde caen las granadas.
El suelo se llena de jugos.
Granos rojos de esperanza.
La cuadra se repleta de cáscaras,
de aromas engranados,
de azúcares y de miel.
Mezcla de rojo y sangre
recorre las arterias de su cuerpo.
En el final del camino, dónde
reponer su corazón de
amores perdidos,
busca la fuerza de su alma.
Antonio Molina Medina
La fuerza del alma, la que da vida, la que siempre palpita, esa fuerza que sale del corazón, tan intensa, tan llena de sentimientos.
ResponderEliminarUn beso.
El alma del granado es similar a la del ser humano, siempre late con fuerza reponedora.
ResponderEliminarGracias por tu visita y por regalarnos este hermosos poema.
Abrazos
Gracias por estas preciosas letras llenas de fuerza y vigor como la vida misma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ambar