LA NANA
A la nana nana... Que el chaparro viejo le crecen las ramas.
El viento lo mece.
Suspira su alma.
Ea... eaa... Él se balancea. Con cuerdas de cañamo cosidas a sus ramas pueden balancear lo.
Eaa... La eaa... Traspone la noche, pronto la mañana...
Ea... eaaa... Cuando duerme el niño, descansa su madre de las inquietudes que de sus manos placen... Eaa... eaaa...
El viejo chaparro la sombra buscaba.
El sol lo alumbraba, secaba sus ramas.
Duérmete mi amor que no despierten, que el cielo está lleno de panes y peces.
Antonio Molina Medina
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