Algo que no trasciende se acaudala,
se acumula día a día por la tierra.
La misma que abre sus entrañas,
presurosa y sedienta de copular
con las palabras, todo lo digiere...
todo lo paladea, misterio o magia.
Capacidad o mística. Embrión
imprescindible de su cuerpo que
se envuelve consecuentemente
incidiendo en los sentidos.
Corazón... corazón... ¿de qué te quejas?
¿por qué palpitas desbocado, si no hay tinieblas?
Solo magia de unos ojos, de una boca
cargada de labios, saliva triturada
reptando al encuentro del manto
que cubre su cuerpo. Él que tanto sueña.
Sueños... sueños, salpican su almohada,
rugen dentro de su pecho.
Disponibilidad y fortuna. Amor y vida.
Renovación o muerte, renovación y muerte...
La vida...
Solo para quererte amor. Eternamente…
molina
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