Tengo esta sensación que me
ahoga el alma.
El hombre camina por sendas y
derroteros.
Dios no está entre nosotros,
ni el hombre es un ser
sincero.
Se mata en nombre de un Dios
que no conozco.
Otros lo defienden matando al
mensajero.
La crueldad forma parte de
nuestras vidas
como algo necesario y
verdadero.
No hay lugar para la estancia
del amor,
la esperanza es un suspiro
pasajero.
Esta vida no la entiendo
por la que camino con o sin
acierto.
Unos ensuciamos el nombre de
Dios,
lo blasfemamos.
Otros le quieren y le
defienden
pero desde la muerte y el
miedo,
sin libertad y dominados.
Ante este eterno galimatías
no sé si se puede seguir
viviendo
en este mundo tan oscuro:
Es difícil vivir en un mundo
tan complejo,
transitar por sus calles y
sus miedos.
El horror todo lo invade.
Unos se mueren de hambre,
otros de hartura están
hechos.
Brilla la libertad por su
premura,
en este mundo cruel que nos
salpica
es difícil vivir esta locura,
su sinrazón por caminos de
fisuras.
Antonio Molina
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