Tus piedras tiran.
Tiran sus gentes y tu
hermosura.
Fluyen de tus calles y tus
callejas
vientos de cielo, vientos de
tierra.
Tus monumentos y tu soltura
mecen los sueños del
caminante.
Perderse en ella es la locura
del que a ti se acerca a
escudriñarte.
Buscando sueños y sus
vivencias.
Campos repletos de vida
propia
donde deambulan los labradores,
buscando en ellos
supervivencia
para el duro invierno que
esperan.
Pero el buen Dios a ellos no
deja.
Antonio Molina
Hola Antonio.
ResponderEliminarMuy ciertos tus versos, todos buscamos sueños, y deseamos una vida digna, justo es que el Amado no guie y proteja siempre.
Perdón por mi tardanza en visitar, he estado unos días ausente (asunto familiar) pero ya estoy de vuelta y acabo de publicar.
Una buena semana y un abrazo.
Ambar
Todo lo que se persigue se obtiene, los sueños que no terminen, tampoco disfrutar el camino.
ResponderEliminarUn beso
Cielo:
ResponderEliminarQue las estrellas te escuchen y
los cielos se aclaren,
solo la luna será capaz
de sentenciarme en sueño y
acudir al rincón donde se calientan
bajo la chimenea entre troncos y ascuas.
cuyo humo se desliza camino las estrellas..
Si sigo caminando
la culpa es de mi cuerpo
que se niega a pararse
aunque solo haya espinas
en la verde pradera
por la que retozo
desde que era un niño.
un beso
Antonio