La miro y mis
ojos recorren su cuerpo.
Mis pensamientos
vuelan al recuerdo.
Alcanzo la razón
del tiempo que se acaba
y sigo mirándola,
sus ojos, su cara...
Se convulsiona
mi cuerpo
solazándose en
la playa,
en la playa de arena…fina…blanca.
Caminando con
dolor,
su recuerdo me
abrasa.
Siento los
latidos de un corazón que ama.
¿Qué ha hecho
con su vida?
Su alegría es
pura escarcha
que humedece mi
rostro,
y mis labios se
dilatan
para pronunciar su
nombre,
para besarle en
la cara.
Solo para quererla,
amor…
Amarla en la
quebrada.
La vida
continúa.
Nada es casual.
Nada le espanta.
Sólo cree en el
amor.
Lo demás le
destroza el alma.
Antonio Molina Medina
Bellísimo poema hoy tus versos laten profundo en el amor y en el latido del sentimiento, en la sinfonía de la caricia, hoy tus versos tienen vida, me han encantado, y la imagen es preciosa.
ResponderEliminarQué bonito escribes, qué gran poeta eres, felicidades.
Un beso.