DE CUENTOS

Su casita era muy pequeñita, pequeñita.
Sus habitantes soñaban
chiquito en su pequeñez
con su casita al borde de las choperas
llenas de hojas del maestro de los libros.
A su sombra se sentían felices y seguros,
protegidos por los muros de la sabiduría.
Federico los protegía y,
bajo su generoso follaje,
reían, soñaban, amaban
la divina estela del saber.
Era el pan de su mesa cada día.

Antonio Molina Medina

2 comentarios:

  1. Precias tus letras amigo Antonio.
    De sueños y fantasías que adormecen en el alma, como hace un tiempo que no veo tus escrtos, me doy un paseo por lo que no he visto.
    Una buena semana y un abrazo.
    Ambar

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  2. Qué alegría y sorpresa volver a leerte de nuevo, tanto que te escribo desde el móvil y no me he esperado a llegar a casa, para que mis ojos se iluminen con tus versos envueltos en la magia y fantasía.

    Bienvenido amigo Antonio, aunque nunca te fuiste porque siempre estuviste a mi lado.

    Un beso bien grande.

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